Según los datos que se muestran en el cuadro 1, es evidente el avance registrado en el país en los últimos 85 años, período durante el cual se observa un descenso continúo y sostenido de los niveles de mortalidad tanto para la población de menores de un año como para el grupo de uno a cuatro años.
Mientras el indicador para menores de un año representaba en 1921 una tasa de 220 defunciones por cada 1 000 nacimientos, ésta desciende en el año 2006 a 15.9. De manera semejante, el grupo de edad preescolar (de uno a cuatro años) desciende de una tasa de 156 defunciones por cada 1 000 nacimientos en 1930 a sólo 3.1 en el año 2006.
El análisis de las cifras absolutas muestra que el descenso no ha sido homogéneo en ambos
El análisis de las cifras absolutas muestra que el descenso no ha sido homogéneo en ambos grupos, siendo más marcado en el grupo etáreo de uno a cuatro años, cuyas muertes han disminuido en 95%, en tanto que en los menores de un año dicha reducción es de 7 1 %.
El descenso continuo de la mortalidad en los dos grupos de edad analizados, como se muestra en la figura 1, nos permite afirmar que los factores que han incidido en dicha evolución no son únicamente de carácter coyuntural, sino que están vinculados a cambios ligados al proceso mismo de industrialización y modernización en el que se vio envuelto el país en su conjunto.
Si bien, dichos cambios están presentes a lo largo de todo el período, éstos se hacen más evidentes a partir del año 1940 con las mejoras en las condiciones de vida, el incremento en el nivel educativo (particularmente de las madres), la mayor y mejor cobertura de los servicios de salud, y la implementación de estrategias nacionales a partir de 1970 a favor de programas de salud pública como las de vacunación universal, el uso de la terapia de rehidratación oral, la lucha contra las enfermedades diarreicas y las infecciones respiratorias, por mencionar las más importantes
Publicado en el Boletín Médico del Hospital Infantil de México Federico Gómez