La American Heart Association emite nuevas directrices en respuesta a inquietudes crecientes sobre complicaciones del corazón
La American Heart Association publicó el lunes recomendaciones que llaman a evaluación cardiovascular antes de recetar tratamiento estimulante para los niños a los que se les ha diagnosticado trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Se busca que las directrices aborden temores crecientes de que estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de complicaciones cardiacas entre los que tienen enfermedad cardiaca subyacente.
"Es algo nuevo, un cambio en nuestra política", afirmó la Dra. Victoria L. Vetter, directora del comité de redacción de declaraciones de la asociación y profesora de pediatría en la Facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.
"Pero no estamos recomendando que se evalúe del corazón de todos los niños del país, sino que se use como una herramienta razonable para este pequeño grupo de niños en particular a punto de tomar medicamentos para el TDAH, para poder asegurar que el tratamiento prosiga de la manera más segura posible", añadió.
Las recomendaciones fueron publicadas en línea el lunes en Circulation, una revista de la American Heart Association (AHA).
Entre éstas se encuentran hacer una historia médica detallada del paciente y la familia, sobre todo en cuanto a la enfermedad cardiaca, un examen físico completo que incluya monitorización de la presión arterial y los latidos cardiacos, un electrocardiograma (ECG) y una consulta cardiaca pediátrica si se descubre evidencia de enfermedad cardiaca. Después del inicio del tratamiento, la AHA dijo que los niños deben seguir recibiendo revisiones de presión arterial una vez cada tres meses, además de revisiones rutinarias de salud cada seis a doce meses.
La AHA anotó que el TDAH es el trastorno neuroconductual más común entre los niños estadounidenses. Los cálculos señalan que entre el cuatro y el doce por ciento de los niños de este país en edad escolar padecen de la afección.
Actualmente, más de 2.5 millones de niños de los Estados Unidos reciben recetas para medicamentos contra el TDAH, señaló la organización.
Según los U.S. National Institutes of Health (NIH), los medicamentos más eficaces contra el TDAH por lo general pertenecen a la clase de fármacos "estimulantes", que incluye anfetaminas, metilfenidatos y dextroanfetaminas.
Algunos de los nombres bajo los cuales se comercializa estos medicamentos incluyen Adderall, Concerta, Dexedrine, Focalin, Ritalin, Ritalin SR o LA, y Metadate ER o CD. Las nuevas recomendaciones abordan todos estos estimulantes, además de un fármaco más reciente conocido como Strattera, que fue aprobado hace poco por la U.S. Food and Drug Administration como tratamiento no estimulante para el TDAH.
Aunque los estimulantes para el TDAH aumentan el ritmo cardiaco y la presión arterial de los niños, el NIH señaló que no hay evidencia que indique que tales medicamentos sean adictivos. Además, por lo general los efectos secundarios no representan ningún peligro para la mayoría de niños sanos.
Sin embargo, los niños que tienen enfermedad cardiaca subyacente que toman estimulantes para el TDAH parecen enfrentarse a un mayor riesgo de paro cardiaco súbito, anotó la AHA. Esta relación de riesgo es particularmente preocupante para los pacientes jóvenes de TDAH porque la enfermedad cardiaca con frecuencia no se diagnostica en los niños y puede estar presente sin síntomas aparentes.
La AHA también apuntó a una variedad de estudios que sugieren que entre el 33 y el 42 por ciento de los pacientes cardiacos pediátricos también tienen TDAH.
Los datos recolectados por la FDA para el periodo de 1999 a 2004 revelaron que 19 niños que seguían un régimen recetado para el TDAH habían muerto de manera repentina, mientras que 26 experimentaron complicaciones cardiacas como accidente cerebrovascular, ataque cardiaco y/o taquicardia.
Vetter anotó que en 2005, el equivalente canadiense de la FDA (Health Canada) decidió prohibir Adderall, un medicamento para el TDAH de anfetamina diseñado para niños mayores de tres años. En realidad, la decisión canadiense se basó en una revisión de registros de la FDA sobre doce muertes sobre las que se informó entre niños estadounidenses que tomaban medicamentos para el TDAH.
Vetter señaló que la decisión canadiense se fundamentó en una evaluación de los datos recolectados a partir de informes de las mismas familias (a veces sin expedientes de autopsia), y no en un análisis científico completo.
"Pero la realidad es que teníamos en nuestras manos algunos niños que padecían TDAH y murieron súbitamente", dijo. "Y muchos de ellos hacían ejercicio en el momento, que es cuando la mayoría de niños que padecen de disfunciones eléctricas del corazón sufren de muerte cardiaca repentina. Entonces, tenemos que suponer que experimentaron una muerte cardiaca". En febrero de 2007, la FDA ordenó a los fabricantes de medicamentos para el TDAH desarrollar directrices que alerten a los pacientes sobre los riesgos cardiacos asociados a sus tratamientos.
"Pero no es que estos medicamentos sean peligrosos", enfatizó Vetter. "Pero al añadir un ECG, ser conscientes de una enfermedad cardiaca potencial y monitorizar a los niños cuando se recetan los medicamentos, se puede proseguir con el tratamiento para el TDAH. Y estos niños pueden ser muy felices".
El Dr. Andrew Adesman, jede de pediatría del desarrollo y conductual del Hospital infantil Schneider de New Hyde Park, Nueva York, estuvo de acuerdo en que la finalidad del aumento en las evaluaciones es identificar una complicación cardiaca subyacente en un niño, no buscar problemas con los estimulantes en sí.
"Las complicaciones cardiacas graves por el uso de medicamentos estimulantes son muy poco comunes", dijo Adesman. "Pero como los padres y algunos médicos están preocupados, las evaluaciones rutinarias con ECG proveerán una mayor tranquilidad para la gran mayoría de pacientes para quienes se está considerando medicamentos para el TDAH".
Más información
Para más información sobre los tratamientos para el TDAH, visite el National Institute of Mental Health.