LOS NIÑOS QUE TIENEN TELÉFONOS CELULARES CRUZAN LAS CALLES DE MANERA MENOS SEGURA.
Un estudio encontró que los que estaban distraídos por la conversación tenían un mayor riesgo de que los chocaran
Los niños que hablan en un teléfono celular tal vez no puedan cruzar la calle con seguridad. Un estudio a ser presentado el viernes en la Conferencia nacional sobre psicología de salud infantil, presentada por la Universidad de Miami, encuentra que los niños que están distraídos de esta manera tienen más probabilidades de ser chocados por un vehículo o cruzar las calles de manera insegura.
"Es importante que tanto los niños como los conductores sepan la importancia de la seguridad cuando se habla por un teléfono celular", afirmó la autora del estudio Katherine Byington, candidata doctora en psicología en la Universidad de Alabama en Birmingham. "Necesitamos educar a niños y padres sobre el riesgo y peligro que ello involucra".
Un estudio relacionado también de la Universidad de Alabama en Birmingham encontró que un tercio de los niños entre los diez y doce años de edad posee un teléfono celular.
Según la información de respaldo de los autores, el aparentemente sencillo acto de cruzar la calle en realidad involucra complejos procesos cerebrales. Y "la lesión no intencionada del transeúnte" es una importante causa de muerte en la niñez mediana.
Al mismo tiempo, más niños y más jóvenes tienen teléfonos celulares. "Hoy en día hay un gran mercado de niños con teléfonos celulares", afirmó Byington. "A esa edad, los niños no conducen. Caminan a la escuela o a casa de los amigos. Deseábamos ver si esto interferiría con cruzar las calles con seguridad".
Una firma de investigación de mercados calculó recientemente que el 54 por ciento de los niños de ocho a doce años tendrían teléfonos celulares para 2009, o sea el doble que en 2006. El primer estudio, liderado por Byington, fue pequeño pero parece ser el primero de su tipo.
77 niños de diez a doce años de edad entraron en un ambiente de realidad virtual que simulaba una calle con tráfico proveniente de ambas direcciones. Los niños estaban en una plataforma (la "acera"). Cuando bajaban de la acera, un avatar cruzaba la calle virtual en su lugar.
Los niños practicaron el ejercicio seis veces mientras hablaban en un teléfono celular y seis veces mientras no lo hacían.
"Los niños que estaban al teléfono celular y distraídos durante su cruce tenían significativamente más probabilidades de ser chocados por un automóvil en el ambiente virtual", informó Byington. "Los chocaron o casi los chocaron al menos [una vez], mientras que los niños que no estaban al teléfono no fueron chocados [en lo absoluto]".
El segundo estudio encuestó a 77 niños y a sus padres sobre el uso de teléfonos celulares.
Los investigadores no encontraron diferencias entre los sexos en el uso de teléfonos celulares, aunque los niños negros que tenían teléfonos tendían a usarlos más que sus contrapartes blancos. Los niños de más edad tendían a usar los teléfonos más que los más jóvenes. El uso del teléfono celular no se veía afectado por el nivel de ingresos de la familia.
Más específicamente: el 33 por ciento de los niños encuestados tenían su propio teléfono celular; el 85 por ciento usaba un teléfono celular de manera regular (suyo propio, de sus padres o de un hermano); 65 por ciento "casi siempre" llevaba un celular al salir de casa; el 87 por ciento hablaba por teléfono celular menos de diez minutos al día, mientras que el 10 por ciento lo usaba entre 11 y 20 minutos al día; el 17 por ciento hablaba por teléfono celular mientras caminaba al aire libre.
La autora principal de este estudio, Kayla Fanaei, recibió un disparo mortal el 8 de octubre de 2007 cuando aparcó en una escuela elemental para evitar tener una conversación por teléfono celular mientras conducía. El laboratorio de David C. Schwebel, que condujo ambos estudios, terminó su trabajo.
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