sábado, 5 de abril de 2008

EL CONSUMO MATERNO DE PESCADO POTENCIA EL DESARROLLO DEL CEREBRO INFANTIL

Los hijos en edad preescolar de mujeres que consumieron pescado con bajo contenido de mercurio de manera regular durante el embarazo tendrían una mente más aguda que el resto de los niños, sugirió un equipo de investigadores.

Los expertos hallaron que entre 341 niños de 3 años, los hijos de las mujeres que comieron más de dos porciones de pescado por semana durante el embarazo obtenían mejores resultados en las pruebas de desarrollo verbal, visual y motriz.

Por otro lado, los resultados fueron menores entre los hijos de las mujeres con niveles de mercurio en sangre relativamente altos durante la gestación.

Y las madres que consumieron pescado regularmente durante el embarazo eran más propensas a tener mercurio en sangre que las no consumidoras, publicó American Journal of Epidemiology.

Estos resultados se suman a la evidencia disponible sobre los beneficios del pescado para el cerebro, pero destacan la importancia de elegir aquellos reducidos en mercurio durante el embarazo.

"Las recomendaciones sobre el consumo de pescado durante la gestación debería tener en cuenta los beneficios nutricionales del pescado, como así también los daños potenciales que puede producir la exposición al mercurio", escribió el equipo dirigido por la doctora Emily Oken, de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston.

Los pescados grasos, como el atún, el salmón y la sardina, contienen ácidos grasos omega 3, que son importantes para el desarrollo del cerebro fetal e infantil.

El problema es que los pescados grasos son propensos a estar contaminados con mercurio, un metal tóxico para las células cerebrales, en especial de fetos y niños. Es por esto que se les recomienda a las mujeres evitar ciertos pescados: tiburón, pez espada, peto y blanquillo.

Estos pescados son muy ricos en mercurio porque se alimentan de otros y viven más, lo que aumenta la acumulación del metal en su tejido graso.

Pero poco se conoce sobre cómo los beneficios de otros pescados con omega 3 equilibran los riesgos potenciales. Hoy, las autoridades de salud en Estados Unidos recomiendan que las embarazadas coman no más de 340 gramos, o dos porciones, de pescado por semana.

En el nuevo estudio, el equipo reunió muestras de sangre de 341 mujeres durante el segundo trimestre de embarazo y les preguntó la frecuencia con la que comían distintos alimentos, incluido el pescado.

Cuando los niños tenían 3 años, el equipo les realizó pruebas estándar de vocabulario, habilidades visuales-espaciales y coordinación motriz fina de manos y dedos.

El equipo halló que los hijos de mujeres que habían comido pescados más de dos veces por semana lograban resultados más altos.

Pero los hijos de mujeres que tenían niveles altos de mercurio rindieron peor en las pruebas que los niños de mujeres con niveles más bajos.

Sólo el 2 por ciento de las mujeres que nunca habían comido pescado durante el embarazo tenían niveles de mercurio en sangre tan altos, comparado con el 23 por ciento de las que habían comido pescado más de dos veces por semana.

Según los autores, lo más importante es que comer pescado reducido en mercurio "potenciaría los beneficios del consumo de pescado".

Los pescados ricos en omega 3, pero relativamente pobres en mercurio, incluyen el atún enlatado bajas calorías, que posee menos mercurio que el atún blanco, y los pescados grasos más pequeños, como el salmón.

Los de carne blanca, como el abadejo, suelen tener menos contenido de mercurio, pero también menos omega 3 que los pescados más grasos.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Universidad de Harvard financiaron el estudio. Algunos coautores han recibido fondos de las industrias alimentaria y de suplementos.

Publicado en American Journal of Epidemiology, abril del 2008