miércoles, 2 de abril de 2008

EL CONSUMO PRENATAL DE OMEGA-3 AYUDARÍA AL DESARROLLO CEREBRAL DE LOS BEBÉS

Las embarazadas que comen suficientes grasas omega-3 en la última etapa de la gestación estarían reforzando el desarrollo cerebral del bebé.

Un nuevo estudio halló entre 109 bebés esquimales que aquellos con sangre de cordón con alto nivel de ácido docosahexaenoico (DHA) al nacer, que es un ácido omega-3, tenían mejor rendimiento en las pruebas de desarrollo cerebral y visual a los 6 y 11 meses.

El DHA es uno de los principales ácidos grasos omega-3 en pescados como el salmón, la sardina o el atún. Dado el papel vital de las grasas en el desarrollo cerebral, los médicos recomiendan que las embarazadas consuman unos 300 miligramos diarios de DHA.

Los nuevos resultados, publicados en Journal of Pediatrics, señalan la gran importancia del DHA en la dieta materna durante el tercer trimestre de gestación, que es cuando se acelera el desarrollo cerebral del feto.

El nivel de DHA en la sangre de cordón de los recién nacidos estuvo muy relacionada con las concentraciones de DHA en la sangre materna al momento del parto.

"Este estudio se suma a la creciente evidencia sobre la importancia del consumo del DHA para el desarrollo del cerebro fetal en el tercer trimestre", dijo a Reuters Health el autor principal, el doctor Joseph L. Jacobson, de la Wayne State University, en Detroit.

Según Jacobson, la dieta estadounidense suele ser reducida en DHA y esta línea de investigación sugiere que aumentar su consumo entre las mujeres "sería muy beneficioso".

Los esquimales que participaron en el estudio eran del extremo norte de Quebec.

Su dieta tradicional es rica en pescado, pero muchos de ellos han adoptado un estilo más occidental de alimentación. Por ello, los niveles maternos de DHA al momento del parto oscilaban entre los bajos niveles registrados en Estados Unidos y las concentraciones relativamente altas en el sur de Canadá.

Cuando los bebés tenían 6 meses, el equipo les realizó pruebas estándares de agudeza visual y memoria. Se observó que un mayor de nivel de DHA en la sangre de cordón al nacer estaba relacionado con un mejor rendimiento en esas pruebas.

Lo mismo ocurrió cuando a los bebés se les realizaron pruebas de desarrollo cognitivo y motor a los 11 meses de edad.

Sin embargo, no se observó una correlación entre el rendimiento de los bebés y el DHA proporcionado mediante la lactancia.

Según el equipo, es probable que el consumo materno de DHA durante el tercer trimestre de gestación sea más importante que en la lactancia debido al "crecimiento crítico del cerebro en esa etapa".

Además del pescado, como el atún o el salmón, las fuentes de DHA incluyen a los suplementos de aceite de pescado y el DHA derivado de las algas presente en algunas vitaminas prenatales.

Pero las embarazadas y las mujeres en etapa de lactancia deben evitar el consumo de algunos pescados porque podrían tener altos niveles de mercurio. La lista incluye carne de tiburón, pez espada y blanquillo.

Según Jacobson, "siempre es buena idea" que las embarazadas que quieren usar cápsulas de aceite de pescado o un suplemento hablen antes con el obstetra.

Publicado en la revista Journal of Pediatrics de marzo del 2008