martes, 16 de octubre de 2007

ACTITUD POSITIVA AYUDA A LOS NIÑOS A SUPERAR EL DOLOR

Cuando se trata de la capacidad de un niño de superar el dolor, un estudio sugirió que todo se trataría del control de la mente por sobre la materia.

Investigadores hallaron que los niños y los adolescentes que decían que superaban el dolor con ayuda del pensamiento positivo podían tolerar mejor circunstancias poco placenteras, como la presión sobre un dedo o el dolor sobre la piel.

Aquellos que usaban estrategias menos positivas, como interiorizar la sensación o compartirla con otra persona, tenían menos tolerancia al dolor.

Los resultados, según los autores, sugieren que enseñarles a los niños estrategias positivas los ayudaría a superar el dolor pasajero, incluido el que provocan las inyecciones u otros procedimientos médicos.

El equipo dirigido por el doctor Qian Lu, de la University of California en Los Angeles, publicó los resultados en Journal of Pain.

Para el estudio, el equipo reunió a 244 niños y adolescentes saludables de entre 8 y 18 años. Los expertos usaron un cuestionario estándar para medir las reacciones típicas a esas edades al dolor que dura horas o días.

Estas reacciones incluyeron: el pensamiento positivo (por ejemplo, "decirse a uno mismo que todo va a estar bien"); buscar ayuda emocional ("contarle lo que siento a un amigo"); interiorizar/magnificar ("tengo miedo de que siempre sienta dolor") y encontrar una distracción ("hacer algo divertido").

Luego, los niños pasaron por tres procedimientos incómodos para probar su tolerancia al dolor: uno en el que se aplicó presión sobre los dedos y dos en los que se usó frío y calor sobre la piel.

Los investigadores controlaron cuánto tiempo tardaba cada niño en separarse del estímulo doloroso y luego les pedían que clasificaran la intensidad y cuán desagradable era la sensación.

En general, halló el equipo, los niños que usaban el pensamiento positivo o distracciones para superar el dolor sentían menos incomodidad durante el procedimiento clínico que el resto.

Esto no ocurrió en los niños que interiorizaban/magnificaban el dolor o que buscaban apoyo emocional.

"La capacidad de los niños de tolerar el dolor varía considerablemente. La forma en que reaccionan frente al dolor influiría significativamente sobre el umbral de tolerancia y su percepción del dolor", dijo Lu a Reuters Health.

La actitud positiva, según puso Lu como ejemplo, puede modificar la anticipación de las personas al dolor o la percepción de controlar o no el dolor de manera consciente.

"Si un niño quiere superar el dolor concentrándose sobre cuánto le molesta, estaría agudizando su percepción del dolor y los sentimientos de incomodidad asociados, que es lo hallamos en nuestro estudio", explicó Lu.

Todo esto sugiere enseñarles a los chicos formas más positivas de superar el dolor pasajero, indicaron los autores.

"Podemos ayudar a los niños a atravesar mejor los procedimientos médicos si les enseñamos a autoconvencerse: 'Sé fuerte', 'Todo va a estar bien' y 'Puedo manejar todo lo que pasa'", concluyó Lu.

Publicado en Journal of Pain, septiembre del 2007

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