sábado, 9 de mayo de 2009

MADRES Y RECIÉN NACIDOS SUELEN TENER NIVELES BAJOS DE VITAMINA D

Más de un tercio de las madres y más de la mitad de los bebés tienen deficiencia de vitamina D al momento del parto.

Es más, los suplementos prenatales de vitamina D no previenen completamente esa deficiencia, según un estudio presentado en la reunión anual de las Sociedades Académicas de Pediatría.

El equipo dirigido por Anne Merewood, directora del Centro de Lactancia del Centro Médico de Boston, midió los niveles de vitamina D de 433 mujeres y 376 recién nacidos en muestras de sangre obtenidas dentro de las 72 horas posteriores al parto.

Los investigadores reunieron también datos a través de cuestionarios a las madres y de sus historias clínicas.

Los resultados revelaron que el 36 por ciento de las mujeres y el 58 por ciento de los bebés tenían deficiencia de vitamina D. En dos tercios de los participantes esa carencia era grave.

Más del 30 por ciento de las mujeres que habían tomado la vitamina D prenatal cinco o más veces por semana durante el tercer trimestre de embarazo seguía teniendo deficiencia de la vitamina al momento del parto.

Las mujeres con deficiencia de vitamina D en el parto eran cinco veces más propensas a tener un bebé con el mismo problema que el resto de las mujeres.

Otros factores de riesgo de deficiencia de vitamina D en los bebés fueron nacer en invierno, ser de etnia afroamericana y tener una madre con obesidad grave.

Merewood opinó que se necesitan medidas para asegurar que las mujeres en edad reproductiva tengan un consumo adecuado de vitamina D.

"La forma más lógica de corregir la deficiencia es la exposición al sol. Si bien debe hacerse con precaución para evitar una quemadura solar, basta una pequeña cantidad de tiempo al aire libre para estar protegidos contra la deficiencia de vitamina D", indicó la experta.

Otras fuentes de vitamina D son las píldoras de aceite de hígado de bacalao, la leche fortificada con vitamina D y los pescados grasos.

La investigadora de Boston destacó que los resultados deben interpretarse con cuidado, dado el debate que existe entre expertos sobre la definición de deficiencia de vitamina D.

Son pocos los niños técnicamente clasificados dentro del grupo con deficiencia de vitamina D que tienen signos físicos evidentes del problema, explicó la autora.

"Necesitamos más estudios para determinar la definición exacta de deficiencia, especialmente en los niños", concluyó Merewood.