Los adolescentes comprenden tan bien como los adultos la información en las etiquetas de los anticonceptivos de emergencia, según un estudio.
Los autores de la investigación dijeron que su evaluación demostró que es posible que esos anticonceptivos sean de venta libre para los menores como lo son para los adultos.
El anticonceptivo de emergencia Plan B previene el embarazo si se usa dentro de las 72 horas de haber tenido relaciones sexuales sin protección. Pero, cuanto antes de tome, mejor. Después de las primeras 12 horas, el riesgo de embarazo aumenta un 50 por ciento.
Desde el 2006, los adultos en Estados Unidos pueden comprarlo sin receta médica.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) aún le exige a los menores de edad presentar una receta. Esa demora, según críticos, reduce la probabilidad de prevenir el embarazo. Aseguran también que la regulación es más política que de salud.
El nuevo estudio, cuyos resultados aparecen en la revista Obstetrics & Gynecology, incluyó a más de 1.000 mujeres adolescentes de 12 a 17 años.
Los autores observaron no sólo que la mayoría comprendía la información en la etiqueta de los anticonceptivos de emergencia, sino también que ese nivel de compresión era similar al de los adultos según lo identificado en un relevamiento en el 2002.
"La consecuencia potencial de nuestro estudio es ayudar a la FDA a tomar la decisión de permitir que el Plan B sea de venta libre sin restricción de edad", dijo a Reuters Health la autora principal del estudio, doctora Miriam Cremer, de New York University School of Medicine.
La semana pasada, un tribunal federal le ordenó a la FDA autorizar la venta libre de Plan B a partir de los 17 años y considerar extender el acceso a todas las edades.
Plan B contiene la hormona progestina, que previene el embarazo al impedir que los ovarios liberen el óvulo. Las píldoras se deben tomar dentro de las 72 horas de haber tenido relaciones sin protección; lo ideal es hacerlo dentro de las 12 horas siguientes.
Estudios previos habían demostrado la seguridad y la efectividad de Plan B, indicó Cremer, para quien la restricción de la FDA sobre la venta del anticonceptivo a menores es más una cuestión política que basa en la evidencia clínica.
Para el estudio, el equipo de Cremer pidió a 1.085 mujeres de 12 a 17 años, residentes en la ciudad de Nueva York, que leyeran la etiqueta de Plan B y luego respondieran una encuesta sobre sus conocimientos asociados con el uso de anticonceptivos de emergencia.
El 92 por ciento comprendió que el producto es un método para prevenir el embarazo después de haber tenido relaciones sin protección, lo que se compara con el 93 por ciento de las adultas que había respondido lo mismo en el estudio del 2002.
El 83 por ciento de las adolescentes sabía que tenía que usarlo dentro de las 72 horas, igual que el 85 por ciento de las mujeres en el estudio anterior.
La gran mayoría de adolescentes comprendió también que Plan B no es efectivo cuando ya se está embarazada, que no debería usarse como un anticonceptivo de largo plazo y que no reduce el riesgo de adquirir el VIH.
Los resultados demostraron que las adolescentes "comprenden igual que las adultas los puntos clave necesarios para un uso seguro y efectivo de la anticoncepción de emergencia", concluyó el equipo.