Los bebés que viven en hogares bilingües pueden distinguir dos y hasta tres idiomas, es una de las conclusiones de las investigaciones del equipo de psicología de la Universitat de Barcelona, liderado por la psicóloga Núria Sebastián.
En el transcurso de las investigaciones el equipo de Núria Sebastián confirmó que los bebés con cuatro meses de vida y que han sido criados en hogares en los que se habla castellano y catalán, pueden reconocer al italiano como un tercer idioma a pesar de las semejanzas que existen entre los tres idiomas.
El mismo estudio añade que en el caso de los bebés de familias mono lingüísticas, la situación es diferente pues aseguran que estos bebés no logran distinguir la diferencia.Además de estas comprobaciones, Núria ha desarrollado otro trabajo de investigación publicado en Science en el que, contando con la ayuda de un grupo de investigadores de Canada, se demuestra que los bebés a partir de los seis meses de vida se dan cuenta de que el inglés y el francés son dos lenguas diferentes.
Con las observaciones y los análisis aplicados a los bebés que están aprendiendo catalán y castellano, Núria comenta: “Los resultados muestran que igual que los bilingües inglés-francés, notan la diferencia visual entre el francés y el inglés. Es como si los bilingües se especializasen en el lenguaje, les prestan más atención a todos los estímulos que sean relevantes”.
Siguiendo la misma línea investigativa, otro estudio realizado en Trieste (Italia), aplicado a bebés de siete meses de edad que aprendían tanto italiano como esloveno, ha concluido que el bilingüismo desde la cuna ayuda en un gran porcentaje al desarrollo en las funciones de control cognitivo antes de aprender a hablar.
Dichas funciones están involucradas en la atención y el reconocimiento de estímulos contradictorios. Esto se da por ejemplo, en los casos en que papá y mamá utilizan diferentes palabras (por no hablar en el mismo idioma) para designar el nombre de un mismo juguete.