En sus primeros días, el bebé se adapta al nuevo ambiente, aunque parezca que solo quiere dormir todo el rato. Puede ser hasta cierto punto normal que durante estas primeras semanas el niño no tenga mucha hambre e incluso pierda algo de peso, y que el aspecto de su piel sea aún algo amarillento.
Dar el pecho no es solamente proporcionar alimento al bebe, sino que también es una interacción entre la madre y el hijo. Las madres que dan el pecho a su bebe dicen que es uno de los actos más gratificantes que existe, un momento mágico.
Cuando un niño eructa, expulsa la cantidad de aire que ha ingerido en la succión, tanto del biberón como del pecho materno. Después de cada toma, se incorpora al niño poniéndolo de pie y se le da unos golpecitos en la espalda.
Hay que diferenciar el vómito de la regurgitación; el vómito es una expulsión violenta del contenido gástrico hacia el exterior y la regurgitación no es una expulsión violenta sino más bien como si rebosara. El esfínter inferior del esófago todavía está inmaduro y no tiene una buena regulación y si al niño se le echa después de la toma, regurgita.
Hay niños que tienen un reflujo esofágico que puede ser sintomático, puede cursar con sensación de disconfort por parte del niño y puede producir manifestaciones respiratorias porque pequeñas cantidades de la comida puede pasar a las vías respiratorias. Si el reflujo esofágico es importante y persistente, puede llegar a producir una estenosis de esófago. Esto se puede evitar con leche de fórmula anti-regurgitación o con protectores gástricos. En casos severos se debe hacer cirugía.
Los primeros días de vida, un bebe puede perder algo de peso. Hay que controlar que esa pérdida no sea excesiva, por encima de un 7-8 %, para poder evitar que el niño llegue a deshidratarse.
Las primeras deposiciones del bebe son de color negro y se llaman meconio; suelen hacerlo durante las primeras 24 horas de vida. Si el niño tarda más puede ser sinónimo de alguna enfermedad. Durante los primeros días, el niño hará unas deposiciones de transición y luego llegarán las normales. Un niño alimentado con pecho materno hará mayor número de deposiciones que otro alimentado con leche de fórmula. Es frecuente que el niño haga una deposición después de cada toma ya que tienen un reflejo gastrocólico exaltado.