No es lo mismo el uso que el abuso. El empleo masivo de los antibióticos entre la población ha provocado que muchos pacientes desarrollen una resistencia al efecto de los mismos que podría tener efectos devastadores en la medicina actual, según denuncia un editorial publicado en el último número del 'British Medical Journal'.
Un grupo de investigadores, coordinados por el doctor Otto Cars, ha advertido que la inmunización de los pacientes a determinados antibióticos de uso común y de venta en farmacias sin receta podría provocar un "regreso a la era preantibiótica", que pondría en peligro tratamientos y prácticas vitales como la cirugía, el trasplante de órganos o la quimioterapia.
El editorial recoge que los datos de países en vías de desarrollo arrojan los resultados más abrumadores, ya que el aumento de resistencias a los antibióticos de primera línea ha llevado a que el 70% de los hospitales registre infecciones que no pueden tratarse de la forma indicada por la OMS.
"Un estudio realizado en Tanzania recientemente ha confirmado que el tratamiento con antibióticos ya no es efectivo para las infecciones sanguíneas", comenta el equipo investigador. "El resultado en este caso fue que las muertes por estas septicemias doblaron a las causadas por la malaria", añaden.
No obstante, pese al amplio margen de maniobra de los países de más recursos, que pueden emplear antibióticos más caros, las resistencias resultan también amenazantes. "La mortalidad registrada en Inglaterra y Gales (Reino Unido) por la bacteria Staphiloccus aureus resistente a meticilina, también conocida por sus siglas en inglés, MRSA, se ha incrementado notablemente en la última década", comenta Otto Cars. "De las 50 registradas en 1993, hemos llegado a las 1.600 muertes sucedidas en 2006 por esta causa", concluye.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades anuncia en su último informe que las infecciones más importantes que amenazan el viejo continente son los microorganismos resistentes a estos fármacos. Con la carta blanca de la resistencia a los antibióticos, los investigadores advierten de la posibilidad de una "pandemia mundial", ya que los actuales modos de vida favorecen la propagación de las bacterias, en aviones de pasajeros o por comidas importadas, por ejemplo.
Investigaciones farmacéuticas
El editorial insiste en que al mal uso o abuso de estos medicamentos se une una parálisis notoria en el campo de las investigaciones e innovaciones. Más de una docena de clases de antibióticos fueron desarrollados entre 1930 y 1960, pero sólo dos nuevos tipos se han sumado a esta familia de medicamentos desde entonces. El doctor Cars señala que en una investigación sobre 15 compañías farmacéuticas, sólo el 1,6% de los medicamentos producidos eran antibióticos y ninguno de ellos era de nueva generación.
El nuevo reto plantea desarrollar más y nuevos fármacos de la familia de los antibióticos. Los investigadores proponen crear sociedades para el desarrollo de productos, con colaboraciones entre la administración pública y los sociedades anónimas, que solventarían el hecho de que las grandes empresas "no tienen entre sus prioridades las preocupaciones de carácter público".
Ya en el año 2000, la OMS hizo un llamamiento para prevenir la "catástrofe del mañana". En los países menos solventes la contención de la resistencia a estos medicamentos está bloqueada por la pobreza económica y sanitaria. Pero, en las naciones más desarrolladas la solución está en la investigación y el control, tal y como apuntan los investigadores. "El desarrollo de nuevos antibióticos debe salvaguardarse por regulaciones y prácticas que aseguren un uso racional, sin repetir los errores del pasado", sentencian en el editorial publicado.