LAS COMIDAS EN FAMILIA FOMENTAN HÁBITOS ALIMENTARIOS MÁS SANOS.
Un estudio encuentra que la rutina ayuda a los adolescentes a hacer tomar mejores decisiones alimentarias como adultos
Es más probable que los adolescentes que comen con sus familias regularmente consuman frutas y verduras cuando son adultos jóvenes, según muestra un estudio reciente. Estos adolescentes también tienden a beber menos gaseosas en su adultez, según encontró el estudio.
En un informe que aparece en el Journal of the American Dietetic Association, investigadores de la Universidad de Minnesota encuestaron a más de 1,500 estudiantes una vez durante la secundaria y una vez más a los 20 años sobre sus dietas, comidas sociales, estructura de las comidas y frecuencia de las mismas.
La encuesta incluía preguntas sobre con qué frecuencia la familia comía junta, cuánto disfrutaban de comer con su familia, si comían de prisa y con qué frecuencia comían desayuno, almuerzo y cena.
Fue más probable que los adolescentes que informaron comer en familia informaran sobre comer fruta, verduras de color verde oscuro y naranja, y nutrientes claves, así como que tomaran menos gaseosas. Mientras más frecuentemente comían en familia en la adolescencia, más probable era que comieran la cena como adultos, le dieran mayor prioridad a las comidas estructuradas y a las comidas sociales.
Para las mujeres, comer en familia durante la adolescencia conllevaba un consumo diario de calcio, magnesio, potasio, vitamina B6 y fibra significativamente más alto en la adultez. Entre los hombres, comer en familia durante la adolescencia lograba un mayor consumo de calcio, magnesio, potasio y fibra en la adultez.
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Estudio publicado en el Journal of American Dietetic Association