lunes, 25 de junio de 2007

UNA MUERTE POR BÁLSAMO BENGAY PONE EN RELIEVE EL PELIGRO DE LOS MEDICAMENTOS DE VENTA LIBRE

Sólo porque se vendan sin receta no significa que sean inofensivos, advierten los expertos a raíz de la muerte por sobredosis de una estrella adolescente del atletismo que usaba cremas deportivas.

La extraña muerte de una estrella adolescente de atletismo por el uso exagerado de una crema para el dolor muscular pone de relieve el peligro de usar medicamentos comunes de venta libre en exceso, señalan los expertos.

El instituto de medicina forense de la Ciudad de Nueva York dictaminó la semana pasada que la corredora de campo a través Arielle Newman de 17 años murió a causa de una sobredosis accidental de salicilato de metilo, un ingrediente a base de aceite sintético de olor a gaulteria que se encuentra en la mayoría de los bálsamos deportivos populares.

Al parecer, la adolescente de Staten Island se había estado aplicando Bengay en las piernas entre carrera y carrera junto con parches adhesivos que contenían salicilato de metilo, un antiinflamatorio similar a la aspirina, y un tercer producto para ayudar a aliviar las molestias relacionadas con el ejercicio, de acuerdo con Associated Press.

"Utilizó varios productos en exceso", declaró a la AP, Ellen Borakove, vocera del Instituto de medicina forense de la ciudad de Nueva York. Estos productos pueden adquirirse como artículos de venta libre en los anaqueles de las farmacias.

Sin embargo, el hecho de que un medicamento se venda sin receta no significa que sea "inofensivo", advirtieron los expertos.

El salicilato de metilo, o ácido salicílico, es un ingrediente activo en cremas como Bengay, Icy Hot y Tiger Balm, así como en la aspirina, y "es potencialmente dañino si se usa en exceso", dijo el Dr. Gerard Varlotta, director de rehabilitación deportiva del Instituto Rusk de medicina de rehabilitación de la ciudad de Nueva York.

Como agente anticoagulante, el ácido salicílico en dosis elevadas "puede causar sangrado interno, arritmias cardiacas y problemas hepáticos. Existen muchas vías por la que puede acceder al organismo", agregó Varlotta.

Sin embargo, las marcas familiares como Bengay (que debutó por primera vez en las farmacias de los EE.UU. hace más de 100 años) no encienden la alarma en la mayoría de los estadounidenses, así que la tentación de usarlas en exceso está ahí, apuntó Varlotta.

Y aunque la mayoría de las personas definitivamente lo piensa dos veces antes de tragarse un puñado de aspirinas u otras pastillas de venta libre, se olvidan de que las cremas también tienen sus peligros.

"Hay que tener presente que existe toda una variedad de productos medicinales que están formulados específicamente para ser absorbidos por la piel", dijo Varlotta.

Al igual que con cualquier otro medicamento, la moderación es clave, agregó otro experto. "Hay que seguir las instrucciones, porque el peligro de intoxicación está en la dosis", advirtió Elena Juris, especialista en divulgación educativa de los American Association of Poison Control Centers (Asociación estadounidense de centros de control de sustancias venenosas) de Washington, D.C. Esa máxima aplica a las cremas y a las pastillas por igual, apuntó.

Las estadísticas de su grupo para 2005 muestran que 14 estadounidenses murieron a causa de exposición cutánea a ciertos tipos de sustancias tóxicas, aunque aún no se ha realizado un desglose que detalle con exactitud cuáles sustancias causaron esas muertes, apuntó Juris.

Sin embargo, anotó que, de hecho, "las preparaciones tópicas ocupan el puesto número siete entre las sustancias comunes que están involucradas con el envenenamiento por exposición entre los seres humanos. En 2005, los centros de control de sustancias venenosas informaron sobre 109,831 exposiciones relacionadas con sustancias tópicas".

La muerte por Bengay es muy poco común. Sin embargo, Johnson & Johnson, que produce la crema, declaró a la AP que su producto es "seguro y efectivo cuando se utiliza siguiendo las indicaciones para aliviar el dolor artrítico menor, el dolor lacerante y el punzante, así como la distensión muscular y dolor de espalda".

Similar a los consejos dados para los medicamentos recetados, es crucial que los consumidores lean atentamente las instrucciones y advertencias de la etiqueta de todos los productos de venta libre. Sin embargo, Varlotta considera que las advertencias deberían resaltarse mejor. "Si vemos todos los productos de venta libre, no podemos deducir nada del exterior de la caja", apuntó. En el caso del Bengay usado por Newman, "no hay nada en letras mayúsculas que diga que contiene aspirina", dijo Varlotta. "Está en letra menuda".

También, muchos consumidores no se dan cuenta de que el mismo medicamento puede estar presente en múltiples productos de venta libre bien distintos.

"Las preparaciones para la tos y el resfriado constituyen un error común", dijo Juris. "Es probable que usted tome un medicamento para el resfriado que contenga acetaminofén y también pastillas de acetaminofén para el dolor de cabeza. Así que está tomando una sobredosis de este medicamento. Por lo tanto, no basta con leer las instrucciones de la etiqueta, es importante asegurarse de que no se estén combinando productos y de que no se esté aumentado la dosis recomendada".

Otros productos de venta libre en el radar de Varlotta comprenden los analgésicos Advil o Motrin (dos o tres pastillas de venta libre que tienen la misma dosis que una pastilla para el dolor muscular recetada, anotó), un grupo de complementos dietéticos y herbales poco regulados, y Voltaren, una crema antiinflamatoria muscular que muchos de sus pacientes traen consigo de Europa.

Voltaren no está aprobado para su venta en los Estados Unidos, señaló Varlotta, pero puede causar problemas reales para los estadounidenses que lo llevan a sus casas.

"Las personas regresan y vuelven a consultar a sus médicos por lo que reciben una receta para otro antiinflamatorio, esto significa que usan la crema más el antiinflamatorio y acaban teniendo problemas gastrointestinales y sangrado", dijo. "Y luego les digo, 'Déjenme ver la crema'. Y con certeza se trata de Voltaren o alguna otra crema que traen consigo".

El mensaje final, de acuerdo con los expertos, es que cada medicamento, aún las cremas de venta libre, tienen algún riesgo.

"Sólo porque sea un OTC no significa que sea del todo seguro y no puede usarse sin seguir las instrucciones establecidas por los fabricantes", apuntó Varlotta. "Las personas deben saber lo que toman, tanto por vía oral como dérmica".

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Publicado en MedlinePlus

Noticia publicada en Usa Today

Sobredosis por ungüento Ben-Gay

Comentario: En México el Bengay se vende con el nombre de Bálsamo Bengué, Ultrabengue gel y Bengué no graso, todos contienen salicilato de metilo. Esta sustancia también la contienen parches para el dolor como el Parche Negro Promedic y Parche Poroso Cadera. El Bálsamo del Tigre contiene alcanfor, el cual es muy tóxico en los bebés y que es un componente del popular Vick Vaporub. En México los empleados del mostrador en las farmacias no tienen estudios, no son farmacéuticos de carrera como en otros países, por los que no son las personas mejor capacitadas para recomendar que medicamentos le administre a su hijo.