miércoles, 13 de junio de 2007

CERVARIX, NUEVA VACUNA CONTRA EN VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

Irma tenía tan sólo 28 años de edad y dos hijos de seis y cuatro años cuando le detectaron un cáncer de cerviz en estado avanzado; recibió tratamiento médico pero el cáncer ya había invadido otros órganos y falleció dejando en la orfandad a sus dos pequeños. Ella es una más de las 123 mujeres que fallecen cada día en nuestro país, vidas que pudieron salvarse si tan sólo se hubieran practicado a tiempo el Papanicolaou. El cáncer cérvico uterino es el responsable de 270 mil muertes al año de mujeres menores de 45 años. En la actualidad, además del Papanicolaou y otras medidas preventivas, como la utilización del condón, existen en nuestro país dos vacunas para evitar que el virus del papiloma humano, que está presente por lo menos en 80 por ciento de las mujeres que ya iniciaron vida sexual, pueda provocar el cáncer. La vacuna Cervarix, de los laboratorios GSK, que todavía no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias de nuestro país, protege contra más subtipos del virus que la otra que ya se encuentra en el mercado, y cuyo precio además es más alto del que tendrá esta, asevera la doctora Yolanda Cervantes Apolinar, quien es pediatra infectóloga del Hospital Infantil de México. La profesional de la salud, que lleva 10 años dedicados a la investigación del cáncer cérvico uterino y es directora adjunta de investigación en vacunas en el mencionado laboratorio, asevera que la ventaja de esta vacuna es que puede ser aplicada en niñas desde los 10 años de edad y mujeres hasta los 45. Explica que la vacuna, que recientemente ha sido registrada en Australia, ha sido probada en más de 400 mil mujeres en el orbe con excelentes resultados. Asevera que en conversaciones previas con autoridades de la Secretaría de Salud, han mostrado su interés para que una vez que la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coprefis) dé su visto bueno se pueda incluir esta vacuna en el cuadro básico de medicamentos del sector salud. Como ya se sabe, el cáncer cérvico uterino es la segunda causa de muerte de mujeres menores de 45 años en nuestro país, por lo que la aplicación masiva de esta vacuna vendría a resolver un problema de salud pública que tiene ya proporciones alarmantes. La aplicación de la vacuna en edades tempranas permitiría además establecer una mejor comunicación con las adolescentes, ya que daría pie a tocar estos temas, que en ocasiones son difíciles para las madres. Protegerlas antes de que entren en contacto con el virus del papiloma humano es una manera de evitar que vayan a engrosar las filas de quienes cada año pierden la vida a causa del cáncer cérvico uterino. Otra de las ventajas es que permite revisar el esquema de vacunación de las menores y reforzar aquellas que sean necesarias. Otro “plus” es que beneficia incluso a aquellas mujeres que ya entraron en contacto con el virus del papiloma humano y podría servir también para los varones para evitar que dicho virus entrara en su organismo. Aunque la investigadora asevera que la población meta es la de las mujeres, que son quienes desarrollan el cáncer cérvico uterino, hay que recordar que los varones que hasta hace algunos años se pensaba que eran portadores y trasmisores, pero no desarrollaban cáncer a causa del virus del papiloma humano, aunque en menor proporción se han visto afectados por esta enfermedad, pero además el que estén protegidos evitará que trasmitan el virus a sus futuras parejas. Sin embargo, una vez que entre al mercado mexicano, la vacuna será aplicada preferentemente en niñas, adolescentes y adultas jóvenes. Si algunos padres y madres de familia tienen los recursos y la intención de proteger a sus hijos del sexo masculino deberán hablarlo con su médico. La vacuna se aplica en tres dosis, la segunda un mes después que la primera, y la tercera a los tres meses, y se espera que proteja de por vida, pero en caso necesario podría aplicarse un refuerzo 20 años después. Se han identificado 100 tipos distintos del virus del papiloma humano, de éstos 15 ocasionan el cáncer cérvico uterino. Los subtipos 16 y 18, que son dos de los cuatro tipos que protege la Cervarix, son los causantes de 70 por ciento del cáncer cérvico uterino, por lo que su aplicación sería de gran utilidad. Pero además, al llevar a nuestras hijas a aplicarles esta vacuna también permitiría a los profesionales de la salud que atienden este tipo de población, junto con padres y madres hablar de sexualidad con las menores, dice la investigadora. La comunicación familiar podría resultar favorecida, si con el pretexto de la vacuna y su explicación sobre la protección que ofrece se pueden hablar de otras medidas higiénicas, que incluyan la utilización de métodos de barrera en las relaciones sexuales, así como de la responsabilidad personal a la hora de iniciar una vida sexual. Que nuestras hijas aprendan desde ahora que las relaciones sexuales no es algo que “los chicos les hacen a las chicas”, sino que se trata de un acto que involucra sentimientos, afectos y que tiene consecuencias. No se trata de asustarlas y evitar que tengan relaciones sexuales, que a la larga provocaría disfunciones como la anorgasmia. Hay que hablar claramente de lo que el ejercicio de la sexualidad conlleva, como serían embarazos no deseados y la adquisición de enfermedades de transmisión sexual. Que nuestras hijas aprendan que sus órganos genitales requieren de cuidados, higiene y revisión periódica, así como acudir al médico o médica de su confianza con regularidad. La aplicación de la vacuna no libera a la mujer de practicarse un Papanicolaou, mínimo una vez al año, una vez que inició vida sexual. Tampoco las libera de la necesidad de utilizar métodos de barrera como el condón.

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Reportaje de Alicia Yolanda Reyes publicado en Cimacnoticias

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Comentario: Esta vacuna estará disponible en México posiblemente en el mes de Septiembre. A diferencia de la vacuna Gardasil, ésta no previene contra los tipos de virus del papiloma que ocasionan las verrugas genitales, por lo que no estará indicada en hombres. Será exclusiva para prevenir los tipos del virus del papiloma que ocasionan cáncer cérvicouterino.