sábado, 14 de abril de 2007

LOS NIÑOS TAMBIÉN PADECEN LA ENFERMEDAD DEL BESO

La mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso es una patología poco conocida pero de mayor incidencia de la que se cree. Se trata de una enfermedad infecciosa aguda, de difusión universal, exclusiva del ser humano y producida por el virus de Epstein-Barr (VEB).

Al principio puede pasar inadvertida y cuando aparecen los primeros síntomas (dolor de cabeza, cansancio y fiebre) resultan fácilmente confundibles con los de otras enfermedades, sobre todo la gripe.

Además, cabe saber que la mononucleosis es muy contagiosa y se trasnmite por el contacto con la saliva de una persona infectada.

El ser humano es la única fuente de infección de este virus, que se transmite fundamentalmente por la saliva, de ahí­ que también se denomine enfermedad del beso, ya que el beso en la boca constituye la forma más común de transmisión.

Afecta principalmente a jóvenes de ambos sexos de entre 15 y 25 años pero también se dan casos en niños pequeños. Por ello, el pediatra Damaso Infante, remarca la importancia que el niño no vaya al colegio durante unos 15 días para evitar que contagie a otros niños.

Algunas de las infecciones son asintomáticas o causan una faringitis leve, con o sin amigdalitis. Por el contrario, en el 80% de los adolescentes infectados provocan la sintomatología típica de la mononucleosis infecciosa. En los ancianos se suele presentar con sí­ntomas inespecí­ficos como fiebre prolongada, malestar general y dolores musculares. La mononucleosis pasa inadvertida en muchas ocasiones, pero en otras se complica y puede ocasionar problemas, aunque rara vez graves.

Este proceso infeccioso se cura como máximo en dos meses si no surgen complicaciones, que no son frecuentes. La mononucleosis es, por lo general, benigna y en 3-4 semanas el paciente se recupera, aunque pueden persistir el cansancio y los ganglios inflamados. El diagnóstico de la enfermedad se basa fundamentalmente en los sí­ntomas caracterí­sticos y en las pruebas de laboratorio, en especial las serológicas, ya que se forman anticuerpos durante la enfermedad.

La mononucleosis infecciosa no tiene tratamiento especí­fico, sino puramente sintomático, que consiste en reposar en cama durante el periodo febril y en tomar analgésicos como el paracetamol, tal como afirma el doctor Infante. Sólo en casos de complicaciones severas hay que optar por los corticoides. Los antibióticos sólo están indicados cuando hay sobreinfección añadida, y nunca deben utilizarse ni la ampicilina ni la amoxilina, dos antibióticos de amplio uso.

Palabras clave: mononucleosis infecciosa, virus epstein bar, enfermedad del beso,

Publicado en Vivir Mejor