jueves, 4 de diciembre de 2008

LOS NIÑOS OBESOS CORREN RIESGO DE SUFRIR DAÑO EN LA GLÁNDULA TIROIDES

Los niños obesos estarían sufriendo daño en sus tiroides, lo que crea un círculo vicioso de metabolismo y sobrepeso, informaron el miércoles investigadores italianos.

La obesidad causaría inflamación, lo que daña la glándula tiroides, encargada de segregar hormonas para regular el metabolismo y otras funciones físicas importantes, indicó el equipo del doctor Giorgio Radetti, del Hospital Regional de Bolzano en Italia.

Los expertos evaluaron a 186 niños con sobrepeso y obesidad durante alrededor de tres años. El equipo evaluó los niveles de hormonas tiroides y anticuerpos antitiroides y obtuvo imágenes de la glándula mediante ultrasonido.

"Nuestro estudio muestra que las alteraciones en la función y estructura tiroidea son comunes en los niños obesos y quizá hayamos descubierto la relación", dijo Radetti en un comunicado. "Hallamos una asociación entre el índice de masa corporal y los niveles de la hormona tiroidea que sugiere que el exceso de grasa jugaría un papel importante en la modificación del tejido tiroideo", agregó el experto.

En un articulo publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, los investigadores señalaron que 73 de los niños tenían tiroides que lucían inflamadas, pero no presentaban la condición llamada tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune en la que las células T atacan por error la tiroides.

Pero los niños carecían de los anticuerpos involucrados en la enfermedad.

"Los resultados del ultrasonido son un poco misteriosos", dijo Radetti. "Sin embargo, los hallazgos sugieren la existencia de un estado inflamatorio de bajo grado, que se conoce como una característica de la obesidad", agregó.

Se necesitan más estudios para demostrar si la pérdida de peso normalizaría la tiroides y devolvería la salud a los niños, expresó Radetti.

El mal funcionamiento de la tiroides puede relacionarse con el aumento de peso, aunque estimular la glándula no genera una pérdida automática de los kilos de más.

No obstante, adelgazar ha demostrado restaurar el funcionamiento de la glándula tiroides en algunos casos.

Publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism