jueves, 14 de febrero de 2008

MUCHOS BEBÉS RESULTAN EXPUESTOS A LOS FTALATOS

Más del ochenta por ciento de los bebés evaluados en un estudio reciente habían sido expuestos a un grupo de sustancias químicas potencialmente perjudiciales conocidas como ftalatos.

Sin embargo, todavía no está claro qué significa eso exactamente para la salud de los bebés. Algunos estudios con animales han encontrado que estas sustancias son dañinas para el desarrollo. Un estudio sobre bebés humanos encontró una relación entre la exposición a un ftalato en particular y problemas reproductivos masculinos. Debido a que se desconocen los efectos exactos sobre el cuerpo en desarrollo, los investigadores sugieren limitar el uso de los productos que contienen estas sustancias químicas tanto como sea posible en los bebés. En el estudio, se relacionaron las lociones, champús y polvos para bebés con la exposición a los ftalatos.

"Por ahora, seguimos sin conocer los verdaderos efectos a largo plazo", aseguró la Dra. Sheela Sathyanarayana, autora del estudio y profesora asistente encargada del departamento de pediatría de la Universidad de Washington en Seattle. Sin embargo, añadió que probablemente sea una buena idea "disminuir las cantidades usadas de los productos, sobre todo en los recién nacidos".

Los ftalatos son un grupo de sustancias químicas de amplio uso que suavizan el plástico y ayudan a estabilizar las fragancias en los productos de cuidado personal. Estas sustancias químicas se encuentran en juguetes para niños, productos de cuidados de bebés, cosméticos, recipientes para comida, suelos de vinilo, recipientes para almacenar sangre y otros productos, según los U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). La exposición a los ftalatos ocurre cuando se usa un producto que los contiene, por respirar polvo que contiene ftalatos en la casa, por tratamientos médicos como la diálisis que usan productos que contienen ftalatos, y por vivir cerca de fábricas que utilizan ftalatos, según los CDC. En Europa, los ftalatos están prohibidos en los productos de cuidado personal y en algunos juguetes.

Para el estudio actual, los investigadores evaluaron nueve metabolitos distintos de los ftalatos en la orina de 163 bebés nacidos entre 2000 y 2005. El motivo de que tuvieran que buscar evidencia de la exposición a los ftalatos en la orina es que es difícil medir la exposición de otro modo porque los fabricantes no están obligados a declarar todos los ftalatos en sus productos.

"En este momento, los fabricantes no están obligados a incluirlos en las etiquetas, así que es difícil saber si se está usando un producto que contenga ftalatos", explicó Sathyanarayana.

La mayoría de los bebés estudiados, el 81 por ciento, tenía niveles detectables de metabolitos de ftalatos. Debido a que los investigadores también preguntaron a los padres sobre qué productos habían estado usando para los bebés, también pudieron observar una relación entre mayores niveles de metabolitos de ftalatos y el uso de champú, loción y polvos para bebés. Las cremas para las rozaduras del pañal y las toallitas desechables para bebés no parecieron aumentar la concentración de metabolitos en la orina, según Sathyanarayana.

Los hallazgos del estudio aparecen publicados en la edición de febrero de Pediatrics.

"Consideramos que hay un valor potencial en el estudio de los ftalatos metabolizados. Aún así, nos oponemos firmemente a cualquier esfuerzo de sacar conclusiones sin fundamento que sugieran que pueda haber riesgos para la salud humana con la mera presencia de niveles muy bajos de ftalatos metabolizados en la orina", dijo en una declaración Marian Stanley, gerente del Panel de ésteres de ftalato del American Chemistry Council, un grupo comercial del sector de los plásticos.

"Hay buenas investigaciones de múltiples estudios con animales que muestran que los ftalatos pueden ser perjudiciales. Es interesante que el sector esté dispuesta a aceptar estudios con animales para introducir nuevos fármacos, pero cuando se encuentra que algo es perjudicial señala que los estudios se hicieron tan sólo con ratas", afirmó el Dr. Jonathan Weinkle, médico del Hospital infantil de Pittsburgh y del Centro de oncología ambiental del Instituto oncológico de la misma universidad. "Si los animales constituyen modelos útiles para cosas útiles, es porque sus cuerpos son similares a los nuestros. Los modelos animales deberían ser confiables para lo bueno y lo malo".

Tanto Weinkle como Sathyanarayana dijeron que la dosis crea una diferencia. Mientras mayor es la exposición, mayor es el daño potencial, por lo que recomiendan limitar el uso de productos que contenga ftalatos, si es posible. Sathyanarayana aseguró que los ftalatos con frecuencia están presentes en las fragancias, de manera que un producto sin olor podría también estar libre de ftalatos. También señaló que se consiguen productos etiquetados como libres de ftalatos, pero que por lo general son más costosos.

Publicado en la revista Pediatrics