Para los niños que tienen trastornos de ansiedad, una combinación de terapia cognitiva conductual y el antidepresivo sertraline (Zoloft) funciona mejor que cualquiera de los tratamientos por sí mismos, según informan investigadores.
Sin embargo, Zoloft o la terapia cognitiva conductual solos sí funcionaron en más de la mitad de los pacientes, según un informe que aparece en la edición en línea del 30 de octubre de la revista New England Journal of Medicine. El informe se publicó para que coincidiera con una presentación de los hallazgos en la reunión anual de la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry en Chicago.
"Para los niños y adolescentes que tienen trastornos de ansiedad, hay tres opciones eficaces de tratamiento", afirmó la coautora del estudio, Anne Marie Albano, profesora asociada de psicología en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. "Lo importante es que las familias, en consulta con sus médicos, pueden pensar cuál es la mejor opción para ellos".
Las decisiones sobre el tratamiento también pueden basarse en qué hay disponible en la comunidad local, apuntó Albano. "Algunas comunidades pueden no tener acceso a algunos de estos tratamientos", señaló. Por ejemplo, la terapia cognitiva conductual requiere un especialista en la técnica.
Otra ventaja de tener varios tratamientos que funcionen es que las decisiones sobre el tratamiento pueden tomarse según las preferencias, anotó Albano. "Algunas familias no desean un tratamiento u otro. Las familias pueden tomar una decisión según su preferencia. Tal vez deseen usar ambos tratamientos, porque el tratamiento combinado sí mostró un beneficio añadido que las terapias individuales no tienen", dijo.
Para el estudio, el equipo de Albano asignó al azar a 488 niños de entre 7 y 17 años de edad que tenían trastornos de ansiedad a doce semanas de tratamiento con uno de cuatro protocolos. Algunos niños recibieron terapia cognitiva conductual y otros Zoloft. Un tercer grupo recibió tanto terapia cognitiva conductual como Zoloft, mientras que un cuarto grupo recibió un placebo.
Los investigadores encontraron que el 81 por ciento de los niños que recibían terapia cognitiva conductual y Zoloft mejoraron, frente al 60 por ciento de los que recibieron solo terapia cognitivo conductual y 55 por ciento de los que sólo recibieron Zoloft. Entre los pacientes que recibieron el placebo, el 24 por ciento mostró una mejora.
El estudio también confirmó la seguridad de Zoloft. No hubo más efectos secundarios entre los niños que tomaron el fármaco que entre los que recibieron el placebo. Además, ninguno de los niños que tomó Zoloft intentó suicidarse, lo que ha sido reconocido como un efecto secundario poco común del medicamento en los niños.
Albano señaló que los trastornos de ansiedad en los niños no son sólo una fase. "Se trata de trastornos debilitantes de larga duración hasta la adultez misma", advirtió. "Llevan a otros trastornos de ansiedad, y más adelante, llevan a depresión que puede desembocar en abuso de sustancias".
El Dr. David L. Katz, director del Centro de investigación sobre la prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, opina que la eficacia de la combinación de Zoloft y la terapia cognitiva conductual es un mensaje importante tanto para médicos como para pacientes.
"Tal vez lo más importante de esto sea que la combinación fue superior a cualquiera de las terapias solas", enfatizó Katz. "En la era médica moderna, tendemos a depender demasiado de la tecnología avanzada y los fármacos maravilla. El uso de sertraline, aunque es eficaz, no obvia ni la necesidad ni el beneficio de la consejería psicológica. Parece que nada que venga en un frasco de pastillas compensa por completo el tiempo que el paciente y el proveedor pasan juntos de manera constructiva", afirmó.
Jerilyn Ross, presidenta y directora ejecutiva de la Anxiety Disorders Association of America, cree que este estudio puede aumentar la conciencia de un problema grave, pero tratable, que no debe ser ignorado.
"Este estudio nos dice que tenemos tratamientos que funcionan", apuntó Ross. "Lo que este estudio hace es proveer a los padres con una luz de esperanza, al saber que si su hijo padece un trastorno de ansiedad no sólo puede obtener tratamiento, sino que hay opciones disponibles".
Ross anotó que los trastornos de ansiedad pediátricos con frecuencia son subdiagnosticados. "Los trastornos de ansiedad se han subdiagnosticado gravemente, no se han tomado suficientemente en serio", dijo. "Alrededor del diez por ciento de los niños tienen trastornos de ansiedad. Es el problema de salud mental más común. Esperamos que este estudio anime a los padres a buscar ayuda".