En el seno de algunas familias, se viven con cierta desazón los problemas de conducta de los hijos. No únicamente en los adolescentes, de por si un tanto conflictivos, sino en niños de corta y mediana edad. Lo contaba el Doctor Sasot en un articulo de prensa: Hay niños que han pasado de ser los reyes de la casa a convertirse en auténticos tiranos, de objetos de adoración por parte de los padres a déspotas e incluso a agresores.
Detrás de un niño que antes era el rey de la casa y ahora es un tirano siempre hay un problema, que nazca en la propia familia, en el colegio o en el propio niño. Si antes fue el rey de la casa quizás hay un problema de no educar la capacidad de frustración de ese niño; los padres pierden la autoridad.
Los niños déspotas no son necesariamente hijos únicos. Los padres han de ser conscientes que hay educar a los niños,se ha de aprender a que conozcan la palabra no.
Aún existe una cultura en la que se plantea que los problemas se autoresuelven cuando el niño madure; pero existe un pequeño porcentaje de estos niños que tienen problemas que no son transitorios, son avisos de que el día de mañana ese niño puede tener un problema de salud mental.
Hay niños que primero insultan, luego pegan a sus padres y después van a actuar así con la sociedad que nos envuelve. Aunque hay padres que se equivocan en la educación de sus hijos, también hay niños con trastornos de conducta; los padres no deben temer consultar a un especialista cuando existe un problema de conducta.La sensación de culpa de los padres aún genera más problemas y cuando se les dice que el niño tiene un trastorno de conducta quedan liberados de esa carga, haciendo más fácil la colaboración con el especialista.
Los trastornos de conducta que nacen en la familia o en el colegio son la principal consulta a los especialistas. Son trastornos como el trastorno de conducta negativista desafiante en el cual el niño actúa de forma negativa y desafiante en casa y en la escuela (desde los 6-8 años) y si se deja pasar, puede evolucionar. Estos niños, cuando se convierten en adolescentes, pueden iniciar conductas disociales y un porcentaje pequeño, se irá a problemas de mayor envergadura. También hay niños, que por su falta del control del impulso, van a tener problemas. Este grupo son los niños con TDAH, síndrome de déficit de atención con hiperactividad.
Hay que dice que dar un bofetón a los niños está bien, pero los especialistas consideran que cuando se ha llegado a esa circunstancia es porque el problema se ha escapado de las manos.
Todos estos niños tienen falta de control del impulso y todos ellos van a tener mayor facilidad para tener conductas adictivas. Cualquier muchacho o muchacha con problemas de conducta en casa o en la escuela,problemas de desobediencia, que desafían a los profesores... muy probablemente van a acabar consumiendo.