martes, 27 de mayo de 2008

HABLAR DE SEXO CON SUS HIJOS DEBE SER ALGO CONTINUO

Un estudio sugiere que un diálogo constante puede evitar conductas arriesgadas

Es algo que los padres probablemente no quieran escuchar, pero una investigación reciente sugiere que tener sólo una gran "conversación sobre el sexo" con los hijos no es una idea tan buena.

En lugar de ello, el estudio recomienda fomentar un diálogo continuo sobre el sexo con los hijos, aunque resulte incómodo, de manera que sean menos propensos a tener conductas sexuales arriesgadas.

"Es importante que los padres preparen las bases desde el principio al hablar con sus hijos sobre el sexo, de manera que se convierta en parte de la norma en el hogar", afirmó el autor principal del estudio Steven Martino, científico conductista de RAND en Pittsburgh.

"A medida que los hijos crecen y tienen experiencia, es deseable que sientan que es natural hablar con sus padres. Cuando se les preguntó dónde les gustaría obtener su información, los niños afirman que de sus padres más que de cualquier otra persona".

Martino dice que se da cuenta que algunos padres se siente incómodos hablando de sexo con sus hijos. Y señaló que no importa que los niños sepan que uno se siente incómodo, pero que también hay que explicar que se trata de un tema tan importante que hay que conversarlo de todos modos.

En el estudio de Martino participaron 312 adolescentes y sus padres. Tanto los padres como los adolescentes rellenaron cuestionarios de línea de base. Los investigadores hicieron que los adolescentes completaran las encuestas en habitaciones privadas y les aseguraron que sus padres no recibirían ninguna de la información que suministraran.

Luego, se dividió aleatoriamente a los padres en dos grupos. La mitad asistió a una clase de intervención sobre la crianza de ocho semanas llevada a cabo en en lugar de trabajo, llamada "Padres que hablan, adolescentes sanos", diseñado para mejorar la comunicación con sus hijos adolescentes. Los demás padres simplemente completaron la encuesta y no recibieron intervención alguna.

Se completaron encuestas de seguimiento a la semana, tres meses y nueve meses después del inicio de la intervención. Las encuestas se diseñaron para evaluar 22 temas relacionados con el sexo, como las consecuencias del sexo, cómo tomar decisiones sobre cuándo tener relaciones sexuales, cómo decir que no si no se desea tener relaciones sexuales, qué tan bien previenen los condones las enfermedades de transmisión sexual, y otros.

Entonces, los investigadores evaluaron la amplitud de las comunicaciones, es decir, cuántos de los 22 temas habían discutido los padres con sus hijos adolescentes y con qué frecuencia.

Encontraron que cuando los adolescentes y padres tenían más conversaciones (repetición), los adolescentes reportaban sentirse más cerca de sus padres y sentían que podían hablar con ellos más abiertamente sobre el sexo y otros temas. Una mayor amplitud de comunicación se relacionó con la percepción de facilidad en la conversación sobre el sexo entre el padre y el hijo, según el estudio.

Los resultados del estudio aparecen en la edición de marzo de Pediatrics.

"No se puede hablar de sexo una sola vez. La discusión debe ser continua", afirmó la Dra. Lea deFrancisci Lis, psiquiatra infantil del Centro de estudios infantiles de la Universidad de Nueva York en esa ciudad.

DeFrancisci Lis señaló que, como la mayoría de los estudios, éste no estableció una relación directa de causa y efecto. "No podemos afirmar que los niños cuyos padres les hablan más abiertamente sobre el sexo tienen menos relaciones sexuales", apuntó. "Pero la investigación ha demostrado una relación entre los padres que son más abiertos y los niños que esperan más tiempo para tener relaciones sexuales, un menor índice de embarazo de adolescentes y menos enfermedades de transmisión sexual, así que la comunicación es realmente importante".

Ambos expertos recomendaron comenzar a hablar sobre el sexo a una edad temprana dándole el nombre correcto a las partes del cuerpo. DeFrancisci Lis dijo que cuando va a nacer un nuevo hermanito, es una gran oportunidad para discutir de dónde vienen los bebés. Aconsejó que para los padres que se sienten realmente incómodos al hablar sobre el sexo, los libros pueden ayudar a comenzar el diálogo.

Martino añadió que ver televisión o películas con el niño puede suscitar situaciones de aprendizaje y podría hacer que el diálogo se sienta más natural. Apuntó que lo mismo sucede con la letra de algunas canciones para adolescentes.

Publicado en la revista Pediatrics