La natación es la actividad recreativa más popular entre los niños y el segundo ejercicio que más se practica en todo Estados Unidos. Un mantenimiento inadecuado del agua de una piscina bajo techo representa un riesgo grave de exposición química a la cloramina, un gas que se forma rápidamente y puede alcanzar niveles tóxicos en espacios con mala ventilación.
Las reacciones alérgicas a la cloramina son comunes. Los visitantes no deben ingresar a las áreas de una piscina bajo techo que tengan un fuerte olor a cloro y deben notificar a los responsables de la piscina sobre los posibles casos de dificultades respiratorias o irritación en los ojos asociados a este olor.