lunes, 14 de enero de 2008

LOS BEBÉS ANSIOSOS TIENEN MAS PESADILLAS EN LA EDAD ESCOLAR

Las posibilidades de que los niños en edad preescolar tengan pesadillas se relacionarían con el temperamento en los primeros años de vida, lo que sería evidente a los 5 meses de edad, sugirió un estudio.

Un equipo de investigadores en Canadá halló durante un seguimiento a 987 niños desde la infancia temprana hasta los 6 años de edad que la mayoría tenía sueño feos ocasionalmente y que algunos los tenían con más frecuencia.

Las probabilidades de tener pesadillas, y continuamente durante la edad preescolar, eran más altas para los niños considerados más ansiosos o bebés "difíciles".

Los resultados sugieren que las pesadillas en los niños "son de naturaleza hereditaria y están asociadas con las características de la personalidad que se pueden medir a los 5 meses de edad", escribió el equipo en la revista Sleep.

Un estudio previo sobre mellizos y gemelos sugirió que las personas pueden heredar cierta vulnerabilidad a tener pesadillas, dijo a Reuters Health el doctor Tore Nielsen, uno de los coautores del estudio.

En la investigación, la posibilidad de tener "sueños malos" a partir de los 2,5 años se identificó precozmente a través de signos de ansiedad a los 5 y 17 meses, explicó Nielsen, profesor de Psiquiatría de la University of Montreal.

Los factores de estrés ambientales, como el primer día de escuela, conspiran contra una vulnerabilidad heredada a tener pesadillas, explicó Nielsen.

Según el estudio, el porcentaje de niños con malos sueños ocasionales fue estable entre los 29 meses y los 6 años de edad (alrededor de dos tercios en cada edad), según explicaron los padres. Y menos del 2 por ciento de los niños a esas edades tenía pesadillas.

Cuando los investigadores analizaron los informes de las madres sobre el temperamento de sus hijos durante la infancia, el equipo observó diferencias entre los niños que no habían tenido pesadillas y los que las habían tenido permanentemente en los primeros años de vida. Los chicos del segundo grupo tendían a ser más inquietos y a llorar más a los 5 meses y a ser más difíciles de calmar a los 17 meses de edad, según indicaron las madres.

Los resultados plantean el interrogante sobre si calmar el estrés continuo de los niños reduciría las pesadillas más adelante en la infancia, indicaron los autores.

En el estudio, ciertas rutinas de los padres, como sacar de la cama a los niños de 2 años para calmarlos cuando están alterados, estaban relacionadas con una reducción del riesgo de pesadillas en años posteriores.

El estudio no analizó la efectividad de las estrategias para calmar la ansiedad de los bebés y los niños, o su influencia sobre las posibilidades de tener pesadillas más adelante, explicó Nielsen.

Pero, agregó el experto, según otros estudios un buen punto de partida sería mejorar los lazos tempranos con los hijos, o "apego".

El equipo halló también que puede ser muy útil con los niños mayores pedirles que "dibujen el sueño" y compartirlos en familia.

Publicado en la revista Sleep