martes, 23 de enero de 2007

LOS DIENTES DE LOS BEBÉS TIENEN QUE CEPILLARSE ANTES DE QUE APAREZCA EL PRIMERO

Cuando un diente de leche se pierde muy pronto o presenta una caries avanzada, los otros dientes pueden desplazarse hacia el espacio vacío y los nuevos venir torcidos. Por eso es importante la prevención y el cepillado dental diario en los bebés, especialmente después de las comidas y a la noche.

La importancia del cuidado de la boca no es novedad en la agenda de madres y padres de chicos en edad escolar. Sin embargo, muy poco se sabe acerca de la prevención y el control de la salud bucal en los recién nacidos. Los especialistas aconsejan una primera consulta a los 6 meses de vida del bebé para ver cómo van saliendo los dientes, cuáles son los hábitos de comida, cómo traga y si toma o no mamadera. Para referirse al momento en que debe limpiarse por primera vez los dientes, la odontopediatra Liliana Levin , hace la siguiente reflexión: "¿Cuándo le ponen por primera vez una hebilla a una bebé? Cuando le sale un pelo. Bueno, con los dientes es igual. Cuando aparece el primero hay que limpiarlo". El tema se trató en el Primer Congreso Odontológico del Mercosur que se realizó del 9 al 11 de noviembre en Mar del Plata.

No existen reglas estrictas con respecto a la aparición de los primeros dientes. Es un proceso normal que suele iniciarse a los 6 meses y prolongarse hasta los 30 meses (ver gráfico). Sin embargo algunos bebés pueden presentar su primer diente a los 3 meses o al año, dependiendo de factores hereditarios. Y, mientras más temprano se comience con el cuidado bucal, más pronto se podrá asegurar que los primeros dientes del bebe sean saludables y crezcan en forma correcta.

Esto es importante porque los primeros dientes (de leche o temporales) sirven para masticar, sonreir, hablar y para mantener el espacio necesario para los dientes permanentes. Cuando un diente de leche se pierde muy pronto o presenta una carie avanzada, los otros dientes pueden desplazarse hacia el espacio vacío y los nuevos venir torcidos; además esta perdida prematura puede afectar el habla, la autoestima y otros aspectos psicológicos del niño."La salud dental de un bebé tiene que ver con la alimentación de la mamá pero también con el cuidado de su boca. Una embarazada tiene que llegar al momento del parto en condiciones. De lo contrario, el microorganismo que produce la caries puede ser transmitido al bebé a través de, por ejemplo, la saliva, cuando la mamá erróneamente limpia el chupete con su boca o come de la cuchara de su hijo", sostiene Levin, quien disertó en el reciente congreso del Mercosur sobre "Las nuevas alternativa para la prevención y el tratamiento de la caries dental en niños". La especialista indica que "es importante que los padres sepan que la caries es una enfermedad absolutamente previsible que puede revertirse si es detectada en un estadio temprano", motivo por el cual recomendó una primera consulta a los 6 meses.

Este último punto es de gran importancia para la prevención. "En la mayoría de los casos el origen de la caries está en la mamadera nocturna , por el azúcar que contiene y la leche que se corta dentro de la boca a lo largo de las horas del sueño. Son caries muy agresivas, muy difíciles de controlar", destaca la odontopediatra.

Por tal motivo, los especialistas aconsejan cepillar los dientes del bebé como mínimo dos veces al día, especialmente después de las comidas y a la noche, con un cepillo dental suave y agua (¡sin dentífrico!) o puede usarse una gasa humedecida para cepillar y desorganizar la placa bacteriana. La mejor posición probablemente será la de la mamá sosteniendo a su bebé en brazos o sentándose en el piso poniendo la cabeza del niño en el regazo. Para examinar los dientes; hay que levantar el labio y si se ven manchas marrones o puntos blancos, hay que consultar rápidamente con el odontopediatra.

Pero la higiene bucal no debe esperar a ver asomar el primer diente; debe comenzar " antes pasando una gasa o lienzo húmedo sobre las encías como parte del baño diario", aconseja la Asociación Argentina de Odontología para Niños."Hay un concepto totalmente equivocado en la gente y es que los dientes de leche no importan porque no son los definitivos . Sin embargo, estas piezas son las que conservan el espacio para los futuros dientes, entonces tienen que estar en la boca sanos; duelen igual y se infectan de la misma manera que un diente permanente", sostiene Levin. Y agrega que "en general los padres traen a sus hijos por un diente que se les rompió y cuando vienen se enteran que no fue un golpe sino una caries lo que provocó el quiebre".

La placa bacteriana es una película que recubre los dientes que se "vuelve organizada si uno no se cepilla cada 12 horas. Si a ese proceso se le aportan nutrientes, azúcar, hidratos de carbono, y falta de cepillado se provoca la caries", informa la especialista. Es sabido que los jugos azucarados, las gaseosas, los caramelos masticables o duros, los chicles, chupetines, confites o gomitas –entre otras golosinas- integran la lista de "alimentos" considerados cariogénicos, es decir aquellos que propician la aparición de caries. "Si el niño tiene más de tres momentos diarios de consumo de azúcar fuera de las comidas, se lo considera en alto riesgo cariogénico. Si la ingesta de dulces está seguida por el cepillado de los dientes el riesgo disminuye", explica la Asociación Argentina de Odontología para Niños. Por otro lado, la Asociación recuerda que el flúor es un eficaz preventivo de caries. Sin embargo hay que saber que no se utiliza pasta dental en el cepillado diario antes de los 2 años para prevenir lo que se llama "Fluorosis Dental", una enfermedad que afecta la calidad y apariencia del esmalte, debido al consumo excesivo de flúor cuando los dientes se están formando. Para los menores de 5 años existen pastas especialmente formuladas que contienen un máximo de 500ppm de flúor.

La topicación con flúor (gel o barniz) realizada por el profesional es una medida que también se recomienda. La frecuencia podrá ser semestral o trimestral según el riesgo del paciente. Por otro lado, El uso de colutorios y la ingesta diaria de suplementos estará condicionada a la prescripción profesional individualizada. El miedo al dentista debería ser algo del pasado, concluye Levin. "Actualmente se trabaja con técnicas de mínima intervención, instrumental manual y materiales aditivos que liberan flúor para reponer los minerales que pierden los dientes cuando tienen caries". Y hay que insistir, recalcan los especialistas, con el control odontológico. "Es conveniente que la visita se realice cada seis meses en niños de bajo riesgo y cada tres meses en aquellos con alto riesgo. La evaluación bucal individual y familiar es una medida preventiva recomendada. Es necesario que los padres también realicen sus controles odontológicos", destaca la Asociación Argentina de Odontología para Niños.

Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com