martes, 18 de diciembre de 2007

PREVENCIÓN DE LA HEPATITIS "A" POSTEXPOSICIÓN

La hepatitis A es una enfermedad hepática aguda, de remisión normalmente espontánea, causada por el virus de la hepatitis A. El virus está distribuido por todo el mundo y es la causa de alrededor de 1,5 millones de casos clínicos de hepatitis al año. El único reservorio del virus es el ser humano. La transmisión se produce fundamentalmente por vía fecal-oral y está estrechamente relacionada con condiciones sanitarias deficientes.

Hasta el momento en los Estados Unidos solamente recomienda como profilaxis el uso de inmunoglobulina. Como no había sido comparada aún la administración postexposición de la vacuna con la administración de inmunoglobulina, los autores evaluaron la hipótesis de que la vacuna de hepatitis A no es inferior a la inmunoglobulina para prevenir la enfermedad en los casos de pacientes que estuvieron en contacto con el virus.

Con tal fin, en Almaty, Kazakhstan, entre octubre de 2002 y febrero de 2005 se enrolaron pacientes en un estudio randomizado y doble ciego. Los casos índices fueron identificados gracias a la vigilancia epidemiológica. Se seleccionaron contactos entre los 2 y 40 años para recibir la vacuna de hepatitis A o la inmunoglobulina dentro de los 14 días de la exposición a pacientes con Hepatitis A. De los 4524 contactos, 1414 (31%) fueron susceptibles al virus de hepatitis A y 1090 cumplían las condiciones requeridas por el protocolo del estudio. Un total de 568 de esos contactos recibieron la vacuna de hepatitis A y 522 la inmunoglobulina. La mayoría de las personas seleccionadas eran niños, con un promedio de edad de 12 años y la mayor parte recibió la profilaxis durante la segunda semana de la exposición, en un intervalo promedio de 10 días. La infección sintomática fue confirmada en 25 contactos (4.4%) de los que habían recibido la vacuna y en 17 (3.3%) de los que habían recibido la inmunoglobulina.

Con estos resultados los autores concluyeron que la protección provista fue buena tanto con la vacuna como con la inmunoglobulina. Si bien la vacuna ha sido un poco menos eficaz en prevenir la enfermedad, el criterio del estudio especificado previamente de demostrar que la vacuna no es inferior a la inmunoglobulina para prevenir la enfermedad fue alcanzado, ya que las diferencias de protección fueron mínimas. Tal vez esta diferencia debiera considerarse en forma particular en personas con riesgo incrementado de contraer la enfermedad, como son las personas mayores o aquellas con enfermedad hepática crónica. De todas maneras, la vacuna ofrece una serie de ventajas sobre la inmunoglobulina entre las que pueden mencionarse protección a largo plazo, fácil administración, mejor disponibilidad y costos. Asimismo, no debe olvidarse que el uso de inmunoglobulina en niños complica la administración de las vacunas vivas, debido a los intervalos entre dosis requeridas.

En la actualidad, ya son muchos los países en los que las autoridades de salud recomiendan la vacuna de hepatitis A como postexposición.

Comentario: La aplicación de la vacuna contra la hepatitis "A" post-exposición se refiere exactamente a la aplicación de la vacuna a la persona que ha estado en contacto con enfermos de hepatitis A o que consumió alimentos que una vez consumidos, se sabe que estaban contaminados con el virus de la hepatitis A. Sin embargo queremos insistirles la importancia de aplicar a todos los niños esta vacuna, la primera dosis a partir del primer año de edad y la segunda 6 meses después. No esperar a que esté en contacto con un enfermo para aplicársela.

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Publicado en la revista New England Journal of Medicine