jueves, 5 de marzo de 2009

CONTRA LA TENDENCIA A LOS BEBÉS ROLLIZOS

A medida que aumenta el peso de los bebés, se urge a los padres a tomar medidas desde el principio para prevenir la obesidad

Los niños, adolescentes y adultos que tienen exceso de peso no son los únicos estadounidenses que tienen un problema de peso en estos días. La tendencia hacia los bebés más y más grandes está suscitando la preocupación de los expertos en salud también.

Un estudio reciente halló que, actualmente, los bebés estadounidenses de hasta seis meses de edad tienen 59 por ciento más probabilidades de tener exceso de peso que los nacidos hace veinte años.

Y aunque los bebés gorditos podrían percibirse como lindos y saludables, los padres deben tener en cuenta la prevención de la obesidad en las primeras etapas de la vida, advierten los expertos en salud. Eso significa no solo prestar atención al peso de los bebés, sino también al peso de la madre antes de la concepción y durante el embarazo.

"El peso que aumenta una madre durante el embarazo, sobre todo si aumenta más de lo recomendado, se relaciona con más probabilidades de obesidad infantil", señaló la Dra. Christine M. Olson, profesora de nutrición comunitaria de la Universidad de Ithaca, Nueva York.

La propia investigación de Olson halló que eso era así. Le dio seguimiento a 208 parejas de madres e hijos y halló que el peso adicional obtenido durante el embarazo (es decir, más de 11.3 a 15.9 kg o 25 a 36 libras para las mujeres que comenzaron el embarazo con un peso normal) incrementaron sus probabilidades de tener exceso de peso a los tres años de edad. Definió exceso de peso a los tres años como pesar más que el 85 por ciento de los niños a esa edad.

Cerca del cuarenta por ciento de los niños cuyas madres tenían exceso de peso o eran obesas al comienzo del embarazo tenían exceso de peso para los tres años, mientras que apenas el 24 por ciento de aquellos cuyas madres habían tenido peso normal o inferior al mismo durante el embarazo tenían exceso de peso para los tres años.

El impacto fue mayor entre las mujeres que tenían exceso de peso o eran obesas antes de quedar embarazadas.

Para el Dr. Frank R. Greer, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina y salud pública de la Universidad de Wisconsin y presidente del comité de nutrición de la Academia Estadounidense de Pediatría, estas relaciones tienen sentido.

"Ciertamente, las madres que tienen exceso de peso están en riesgo de tener bebés con exceso de peso", dijo. "Las madres que tienen diabetes de la gestación (la que se diagnostica durante el embarazo) también están en mayor riesgo". Además, si el padre también tiene exceso de peso, dijo, esto también puede ayudar a predecir si el bebé lo tendrá.

Sin embargo, Greer advirtió que no es un asunto sencillo.

"Predecir la obesidad durante el primera año de la vida es problemático", aseguró Greer. "Obviamente, se puede señalar a los bebés que están en riesgo teniendo en cuenta tanto su peso al nacer como a sus padres. Sin embargo, los pediatras se muestran reacios a hacerlo en las visitas de niño sano antes de que el niño se acerca al percentil 85 de peso", que generalmente se considera como el umbral para la clasificación de exceso de peso.

¿Qué se puede hacer? Greer y Olson tienen varias sugerencias.

Además de lograr un peso saludable antes del embarazo, las mujeres deben seguir las directrices de aumento de peso durante el embarazo, dijeron. Eso significa de 11.3 a 15.9 kg o de 25 a 36 libras para las mujeres de peso normal, más para las que tienen peso inferior al normal y menos para las que tienen exceso de peso. Pregúntele a su médico qué es lo mejor para usted.

Apenas el cuarenta por ciento de las mujeres permanecen dentro de las directrices de aumento de peso recomendadas, según ha hallado Olson.

Olson y Greer estuvieron de acuerdo en que la lactancia durante los primeros cuatro a seis meses puede ayudar a reducir las probabilidades de que un niño tenga exceso de peso. Pero la lactancia exclusiva durante tanto tiempo podría ser un reto, aseguró Olson, sobre todo si una mujer regresa a trabajar.

Olson advirtió que las mujeres deben investigar sobre sus derechos. Por ejemplo, una ley de Nueva York establece pausas durante el trabajo para que las mujeres extraigan la leche con una bomba manual, señaló Olson. Las madres lactantes quizá también deseen pedirles a sus supervisores que les den apoyo y consejos sobre cómo compaginar mejor la lactancia y el trabajo.