sábado, 6 de junio de 2009

LOS VIDEOJUEGOS MEJORAN LA CONCENTRACIÓN EN LOS NIÑOS CON TRASTORNOS DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

Según los resultados de un pequeño estudio, presentado en la 162ª reunión anual de la American Psychiatric Association (APA), celebrada en San Francisco (California, Estados Unidos), el uso de videojuegos, cuando se realiza bajo condiciones adecuadamente controladas, ayuda a mejorar la concentración en los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

En el estudio, realizado con 10 pacientes y el videojuego “Gran Turismo”, un título sobre carreras de coches, aumentó la medición de ondas β en el electroencefalograma (EEG), lo que a menudo se asocia con la concentración. Los padres y profesores de los niños también refirieron mejoras en la conducta tras 10 sesiones habituales de videojuegos.

El Dr. Bhupendra Gupta, de la Sullivan University de Luisville (Kentucky, Estados Unidos), comentó a Medscape Psychiatry que “queríamos ofrecer un método alternativo de tratamiento para los niños, en vez de simplemente usar estimulantes. Además de documentar una mejora de la concentración con el EEG, también descubrimos que los niños mostraron mejoras importantes en su comportamiento en casa y en la escuela, así como en el cumplimiento de su medicación”.

Según el Dr. Gupta, los niños fueron tratados mediante 10 a 15 sesiones cada 2 semanas durante 6 meses. Durante dichas sesiones de videojuegos, los niños se colocaban un casco virtual que contenía sensores de EEG. Los datos EEG se imprimían y cuantificaban durante 15 minutos en cada sesión y se analizaban estadísticamente. Los resultados mostraron que disminuyeron las ondas θ y que aumentaron las ondas β durante las sesiones de juego.

También mejoró el cumplimiento

Al inicio y después de 10 sesiones, los padres y los profesores de los niños contestaron la Escala de Puntuación de Conducta de Connors. La puntuación inicial media de los niños fue de 26,2, pero después de 10 sesiones de videojuegos, la puntuación media descendió hasta 9,2. Los padres señalaron que habían observado una mejoría considerable en el hábito de los deberes y en las notas escolares.

Los investigadores concluyeron que “estos datos indican que los videojuegos pueden tener implicaciones en la mejoría del TDAH tanto en niños como en adultos. Los videojuegos pueden ser un método efectivo de modificación de la conducta en niños con TDAH. Este método [también] puede suponer una alternativa no cruenta para mejorar la concentración de los pilotos y los soldados en su lugar de trabajo”.

El Dr. Gupta señaló que el uso de videojuegos motivó a los niños con TDAH a acudir al tratamiento, y que eso mejoró consiguientemente el cumplimiento de sus medicaciones.

El autor dijo que “tener TDAH supone un estigma para los chicos, y por eso el concepto era hacer que el tratamiento les resultase divertido; no queríamos que se sintieran como cuando tienen que ir a un médico para que les den una medicina o les pongan una inyección”.

Interpretar con precaución

Sin embargo, los expertos presentes en la reunión señalaron que los resultados del estudio deberían interpretarse con precaución. Uno de los motivos es el pequeño tamaño muestral. Otro problema es que se sabe que los videojuegos pueden causar adicción. El Dr. Michael Brody, miembro de la APA y autor del libro “Mensajes: Autoayuda a través de la cultura popular”, dijo que “puede ser como cualquier otra adicción conductual o actividad obsesiva”.

El Dr. Brody añadió que “si ayuda a los chicos a concentrarse y se hace de modo equilibrado (por ejemplo, una vez a la semana durante una o varias horas), me parece bien.

Desafortunadamente, los videojuegos a menudo son violentos y en los niños pueden causar adicción. Los niños que juegan a estos juegos a veces no prestan atención a ninguna otra cosa”.

“Realmente no se puede hacer una declaración general diciendo que los videojuegos van a mejorar la concentración”, señaló este especialista. “Pero cualquier actividad que saque a la gente del diván, siempre que sea equilibrada, puede ser una buena idea”.

Publicado en Medscape por Barbara Boughton