Durante muchos años no se había sabido de tantos casos de afectados, y es que con la aparición, en 1946, del insecticida DDT (dicloro difenil tricloroetano) que las mataba de manera eficaz, disminuyó mucho su población; pero con la prohibición del insecticida en 1972 –por considerarlo un potencial cancerígeno para el hombre–, las chinches han regresado lentamente. Los viajeros han contribuido mucho a su proliferación debido a que les han facilitado transportarse por todo el mundo. Antes de la aparición del DDT, la gente acostumbraba revisar las camas de los hoteles para ver si había chinches.
Las chinches son unos parásitos que afectan frecuentemente a los humanos. Estos insectos pertenecen al grupo de los Hemípteros y a la familia de los Cimicidae y las especies más comunes son la Cimex lectularius, que es la más común sobretodo en climas templados, y la Cimex Hemipterus, que es la chiche de climas tropicales. Mide aproximadamente de 4 a 5 mm de largo por 3 de ancho, es de forma aplanada y de color café, pero después de comer se hinchan, cambia su tamaño y su forma y toman un color rojo pálido. Habitualmente, se alimenta exclusivamente de sangre. Las chinches jóvenes o ninfas son de tamaño más pequeño pero también se alimentan de sangre. Pueden sobrevivir hasta seis meses sin comer. Las chinches de la familia de los Cimicidae frecuentemente infestan a los murciélagos y a las aves.
En una habitación infestada de chinches se puede percibir un olor fétido muy característico. Rara vez habitan en las camas, pero pueden estar en las costuras y los pliegues del colchón y de los cubrecamas y dentro de la base del colchón o box spring, alrededor de las mesas de noche, en los marcos de ventanas y puertas, en las hendiduras y grietas de las paredes, detrás de los tapices desprendidos, en los muebles, en las grietas del yeso de las paredes y en las cosas u objetos amontonados. En estos sitios, las hembras depositan sus huevecillos, que cuando son colocados ya están parcialmente desarrollados y se incuban por 4 a 5 días. Las chinches comen mientras la víctima duerme y su alimentación termina antes del amanecer. Son atraídas por el calor y por el dióxido de carbono. Pocas veces son vistas por el paciente, ya que se esconden durante el día. Esto es importante, porque los expertos en fumigaciones, por lo general, saben donde buscarlas. Los lugares donde se esconden se pueden identificar por la presencia de puntillos negros o cafés que se forman del excremento seco que dejan las chinches en las superficies. Las infestaciones por chinches son frecuentes en los campos de refugiados.
Las chinches están presentes en todo el mundo, pero son más comunes en las ciudades de clima tropical y subtropical. La infestación es más común en los lugares más pobres que en zonas desarrolladas, siendo menos frecuentes en las áreas de mejor desarrollo económico, donde hay mejores construcciones y un mejor mantenimiento de las casas. Los residentes de edificios de departamentos pueden ser más vulnerables ya que las chinches de un departamento tarde o temprano se trasladarán a otros.
Por lo general, las picaduras por chinches no son dolorosas, a menos que sean múltiples, y rara vez despiertan al afectado. La reacción de la picadura en el niño o adulto afectado va a depender del estado inmunológico del mismo; así, algunos manifestarán una pequeña roncha que no causa comezón; pero otros, una roncha de aproximadamente 3 cm, de forma ovalada, que ocasiona mucha comezón. A veces, esta pequeña roncha (pápula) se hace más grande formando un nódulo que puede durar más de dos semanas. En ocasiones, se aprecian las lesiones de forma redonda con un punto central hemorrágico. Algunos pacientes pueden tener una reacción más severa a la picadura, lo que ocasiona la formación de una ampolla. Por lo general, las picaduras son múltiples y pueden estar en forma de hileras o agrupadas, frecuentemente en grupos de tres. Las zonas usualmente más afectadas son la cara, el cuello, las manos y los brazos, pero ninguna zona del cuerpo está exenta. Las escoriaciones también son comunes y también se presentan agrupadas de manera paralela, ya que es común que el niño se rasque con varios dedos, ocasionando estas escoriaciones alineadas en trayectos. Es frecuente que a las lesiones se les agregue una infección, especialmente en los niños, y también es común que en los más pequeños, las picaduras les ocasionen una urticaria o reacción alérgica. Por lo general, las lesiones sin tratar tardan de 3 a 6 semanas en sanar. Se han descrito casos de anemia severa en los niños por picaduras masivas de chinches.
Para establecer el diagnóstico también consideramos el tiempo en el que aparecieron las lesiones. Cuando un niño que se acuesta perfectamente amanece con lesiones, nos hace sospechar que las chinches puedan ser las causantes. En ocasiones, no se detecta al parásito directamente, sino que se encuentran pequeñas cantidades de sangre junto con excremento del insecto manchando las sábanas o la ropa de cama o el colchón o hasta el tapiz de las paredes.
Muchas veces no se requiere un tratamiento específico para las picaduras de chinches. En ocasiones, se prescribe un medicamento antihistamínico, como la clorfeniramina, la difenhidramina, la cetirizina, o la hidroxizina que ayudan a calmar la comezón y disminuir la reacción de la picadura. También se utilizan cremas o ungüentos a base de cortisona. En los niños utilizamos principalmente los de baja potencia como la hidrocortisona. También se puede usar una loción a base de calamina para calmar la comezón así como la pramoxina.
Muchas veces las picaduras se infectan, por lo que se requiere el manejo con antibióticos, ya sea aplicados en las lesiones u orales. Se debe mantener una buena higiene del paciente para prevenir la infección, así como evitar que el niño se rasque las lesiones. De nada sirve dar tratamiento para las picaduras, si no se erradican las chinches.
Recomendaciones:
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Dormir con ropa que cubra la mayor parte de la piel.
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Se recomienda lavar la ropa de cama, las cortinas, los tapetes, las alfombras y la ropa con agua lo más caliente posible y secarlas con el mayor calor posible. La ropa delicada remójela en agua caliente con mucho detergente durante varias horas antes de enjuagarla.
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Frote las costuras de los colchones con un cepillo fuerte para sacar las chinches y sus huevecillos.
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Pase la aspiradora por los colchones, los armazones de las camas, los muebles cercanos a las camas, pisos y alfombras. Ponga especial atención a las grietas de las paredes y a los espacios abiertos. Hay que revisar cada pieza de mobiliario de la habitación, volteándolas y aspirándolas por todos lados. Inmediatamente después de aspirar, coloque la bolsa de la aspiradora en una bolsa de plástico bien sellada y tírela en un recipiente fuera de la casa.
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Si encuentra chinches en un colchón, cúbralo con una funda para colchón impermeable con cierre o cremallera de las que se recomiendan para los alérgicos a los ácaros y otro tipo de alergenos. Mantenga la funda puesta por lo menos un año. Si la base del colchón o box spring está infestada de chinches, colóquele una cubierta de vinilo para base de colchón y déjela sellada por lo menos un año.
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Los artículos infestados de chinches que no se puedan limpiar, colóquelos bien sellados en bolsas de basura de plástico y deséchelos fuera de su casa.
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Repare las grietas en las paredes y pegue los tapices desprendidos.
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El uso de repelentes a base de DEET (dietil toluamida) ayuda a que las chinches cada vez tengan comidas más pequeñas conforme se aumenta la concentración del repelente.
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Se recomienda, de preferencia, contratar a un especialista en fumigaciones que identifique el origen de la infestación por chinches y si existe un huésped que favorece su diseminación, que también lo identifique. Los murciélagos y algunas aves pueden servir de huéspedes a las chinches. Los profesionales saben cuál es el insecticida más seguro, menos tóxico y más eficaz.
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Se recomienda aplicar insecticidas que tengan efecto residual o prolongado. La permetrina tiene una actividad intermedia contra las chinches, pero puede ser utilizada para impregnar la ropa. El impregnar los colchones y ropa de cama con insecticidas derivados de los piretroides ha resultado efectivo en el control de las picaduras; sin embargo, a últimas fechas está surgiendo la resistencia a la permetrina. No se deben usar insecticidas en el colchón de la cama a menos que la etiqueta del insecticida lo recomiende. Hay que aplicarlo sobretodo en los pliegues, costuras y ranuras y esperar dos horas antes de usarlo.
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Si Usted decide aplicar el insecticida, tenga mucho cuidado, ya que algunos pueden ser peligrosos para las personas y para las mascotas; sólo use insecticidas que estén etiquetados claramente para exterminar las chinches. Lea y siga cuidadosamente las instrucciones del fabricante. No utilice insecticidas para cucarachas u hormigas ni otro que no indique su eficacia para las chinches en la etiqueta. Nunca aplique el insecticida en áreas donde están presentes los niños. Jamás compre un insecticida sin etiqueta ni lo compre a vendedores ambulantes. Evite las bombas insecticidas, ya que pueden esparcir productos químicos peligrosos en su casa.
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Usualmente, el control de las chinches no es inmediato, ya que es imposible penetrar todos los lugares donde pueden esconderse. Se han observado chinches vivas entre una semana y 10 días después de la aplicación, por lo que siempre se recomienda una segunda aplicación de insecticida a los 10 días para matar a las ninfas recién nacidas.
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Al regresar de un viaje verifique que su ropa y sus maletas no estén infectadas y lave su ropa inmediatamente. Durante el viaje, mantenga su equipaje retirado de las camas y las paredes.
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Si son muchas las chinches, hay que considerar la posibilidad de tirar el colchón y el box-spring. Darles tratamiento en su interior a estos muebles es muy difícil.
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Inspeccione los muebles usados para ver si tienen chinches antes de llevarlos a su casa.
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Nunca lleve a su casa artículos desechados, tales como estructuras de cama, colchones o sus bases o muebles tapizados.
Para saber más: