miércoles, 6 de enero de 2010

NUEVO ESQUEMA DE VACUNACIÓN 2010

Los cambios reflejan las recomendaciones sobre la gripe H1N1 y sugieren vacunar a los niños contra el VPH

Los niños deben ponerse la vacuna contra el virus del papiloma humano para protegerse de las verrugas genitales, y todos los niños deberían recibir la vacuna H1N1 para protegerse contra la gripe porcina, según las directrices actualizadas para las vacunas infantiles y de la adolescencia.

La nueva programación de vacunación, publicada por la Academia Estadounidense de Pediatría, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, también recomienda el uso de vacunas combinadas siempre que sea posible.

"Se trata de enfermedades potencialmente mortales que las vacunas pueden evitar. Si hay una vacuna combinada segura y efectiva y requiere un pinchazo menos para su hijo y una visita menos al médico, tiene sentido pensar en ella, como padre", señaló el Dr. David W. Kimberlin, profesor de pediatría y codirector de la división de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Alabama en Birmingham. Kimberlin es miembro del comité que redactó las nuevas programaciones de vacunación.

Las nuevas directrices se publicarán en la edición de enero de Pediatrics y en línea el 4 de enero.

Los cambios más significativos son los siguientes:

  • La recomendación de que los niños mayores de seis meses reciban la vacuna contra la influenza H1N1.
  • Una nueva vacuna contra el VPH autorizada para niñas, la HPV2, para protegerlas del cáncer de cuello uterino, que puede ser causado por ciertas cepas de VPH. Las niñas deberían recibir su primera dosis de HPV2 o de la vacuna HPV4 anterior, que aún se considera efectiva, a los 11 o 12 años.
  • La sugerencia de una serie de tres dosis de vacuna HPV4 para niños entre los 9 y los 18 a fin de evitar las verrugas genitales.
  • Una declaración de que el uso de vacunas combinadas se prefiera en general a las inyecciones individuales.
  • La necesidad de volver a vacunar a algunos niños en alto riesgo que ya han recibido la vacuna meningocócica conjugada (MCV4). Los niños en alto riesgo tienden a ser los que tienen trastornos del sistema inmunitario. No se recomiendan dosis de refuerzo para quienes su único factor de riesgo sea vivir en un ambiente en el que compartan la misma habitación con varias personas, según las nuevas programaciones de vacunas.

En general, Kimberlin señaló que considera que la mayoría de los padres están siguiendo esta programación recomendada y protegiendo a sus hijos contra lo que pueden resultar enfermedades potencialmente mortales. Sin embargo, "los padres reciben mucha información errónea o incompleta sobre las vacunas", anotó. "Además, con todo lo que se está diciendo, la gente está comenzando a pensar que quizá lo que están oyendo tenga algo de verdad".

El Dr. Michael Green, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Pittsburgh, aseguró que, aunque la mayoría de los niños están vacunados, "hay una cohorte bastante grande de niños que no reciben inmunizaciones óptimas, ya sea por razones religiosas o porque sus padres no creen en las vacunas por preocupaciones de salud, como el temor al autismo".

Sin embargo, los datos han señalado constantemente que la vacuna contra el sarampión no causa autismo, dijo. El sarampión, por otro lado, puede causar daño cerebral o hasta matar a los niños, explicó Green. Además, aunque algunos padres podrían pensar que no tienen que preocuparse acerca de estas enfermedades porque la mayoría de los niños estadounidenses están vacunados, los niños no vacunados podrían contraer esta afección simplemente al realizar un viaje en avión. En la primavera pasada, aseguró Green, alguien que vino de otro país llegó con sarampión. Estuvieron muy cerca de una familia estadounidense que no se había vacunado, que contrajo sarampión. El brote terminó rápidamente y sin consecuencias graves, pero otros podrían ser más graves, advirtió.

"La gente olvida que en la época en la que había sarampión, los niños morían o terminaban con daño cerebral. Las relaciones entre riesgo y beneficio con las vacunas actuales están sumamente recargadas del lado de los beneficios. Además, cada mes o tres meses, atiendo a un niño con una enfermedad que pudo haberse evitado con una vacuna, aseguró" Green.

"Las vacunas con las que contamos actualmente son las más seguras que hayamos tenido. Espero que los padres entiendan que este es un asunto de vida o muerte y que ellos eligen hacer o no todo lo que puedan para proteger a sus hijos", aseguró Kimberlin. "Cada vez que descienden los índices de vacunación, las enfermedades vuelven, lo que causa un aumentó renovado en los índices de vacunación".

Esquema de 0 a 6 años

Esquema de 7 a 18 años

Esquema para niños entre 4 meses y 18 años que están atrasados en su esquema de vacunas