Mary Poppins tenía razón: una cuchara de azúcar ayuda.
Un nuevo estudio en Brasil sugiere que el azúcar y los abrazos reducen el dolor en los recién nacidos cuando reciben una inyección, más que el azúcar (dextrosa), el contacto piel con piel o el cuidado habitual solamente.
El estudio, publicado en Pediatrics, sugiere que pasos simples y económicos tendrían un gran efecto en los recién nacidos.
En el mayor estudio realizado hasta ahora sobre dolor en los recién nacidos, un equipo de investigadores en Brasil dividieron al azar a 640 bebés en cuatro grupos de analgesia de 160 recién nacidos cada uno: un grupo no recibió analgesia y los otros tres recibieron dextrosa en la lengua, contacto piel con piel con la madre o dextrosa más contacto con la madre.
Se utilizaron indicadores estandarizados de dolor, como las expresiones faciales, la duración del llanto y la frecuencia cardíaca, para medir el nivel de dolor durante y después de la vacunación de rutina.
El equipo ignoraba qué niños recibían dextrosa o agua azucarada, pero fue imposible no revelar a qué niños los sostenían sus madres. Por eso, el estudio fue parcialmente ciego.
Combinar el contacto piel con piel con una cucharada de dextrosa en la lengua del bebé 2 minutos antes del pinchazo redujo "significativamente" el nivel de dolor con respecto del resto de las técnicas analgésicas o la falta de analgesia.
El recién nacido sano promedio debe pasar por varios y dolorosos procedimientos de rutina antes de abandonar el hospital. Eso incluye: inmunizaciones, extracción de muestras de sangre e inyecciones intramusculares.
La distracción y otras técnicas para reducir el estrés y el dolor en adultos y en niños no funcionan con los recién nacidos, según la doctora Diane Holditch-Davis, profesora de Duke University School of Nursing. Por eso, los médicos buscaron alternativas.
Estudios previos más pequeños habían identificado los beneficios de 10-30 minutos de contacto piel con piel o de una dosis de agua azucarada por separado.
Holditch-Davis trabaja con la Association of Women's Health, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN) para desarrollar y evaluar guías para el cuidado de los bebés. El azúcar más el contacto materno para aliviar el dolor es un método "muy conservador y razonable" para tranquilizar a los recién nacidos, dijo por teléfono a Reuters Health.
Su uso, agregó, debería tener un "efecto trivial" en la carga laboral del personal.
El nuevo estudio halló que sostener al bebé 2 minutos antes y después del uso de una aguja era suficiente, indicó Holditch-Davis. "Eso vuelve a la técnica aún más accesible porque demanda menos planificación. Se le puede entregar el bebé a la madre durante el tiempo que necesita la enfermera para preparar la aguja", dijo.
El alivio que se obtiene incluye algo más que contacto piel con piel, afirmó por e-mail a Reuters Health la doctora Ruth Guinsburg, profesora de pediatría de la Universidad Federal de San Pablo, en Brasil.
Es decir que son las madres, y no otras personas, las que logran reducir el dolor.
"El contacto y el olor de la madre y el sonido de su ritmo cardíaco bloquearían" las señales de dolor al sistema nervioso central o activarían la liberación de hormonas analgésicas. Se necesitan nuevos estudios para comprender el mecanismo subyacente de este enfoque analgésico simple y sin fármacos.
En tanto, Guinsburg dijo: "Espero que los resultados alienten a los neonatólogos, los pediatras y los enfermeros a aplicar estrategias analgésicas sencillas, económicas y no farmacológicas para reducir el dolor que causan los procedimientos de rutina en los neonatos saludables".
Y Holditch-Davis coincidió: "Estas estrategias no causan daño ni demandan mucho tiempo. Entonces, ¿por qué no usarlas?".